A pocas semanas de que llegue el primer bebé de “sangre azul” del príncipe Harry y Meghan Markle, todo el mundo se pregunta quién será la partera que le sostenga la mano a la duquesa de Sussex cuando vea la luz el nuevo “royal baby”.
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Esa persona seleccionada por Meghan y Harry se trata de Lauren Mischon, una doula que se trata de una mujer que, sin ser matrona o personal sanitario, acompaña a otra durante su embarazo, parto y postparto para darle apoyo emocional.
Pero, ella no es una partera común y corriente. Los duques de Sussex escogieron a Lauren Mischon, de 40 años, porque ya ha prestado sus servicios a la familia real británica, además casada con el nieto de lord Mishcon, el abogado de Diana de Gales durante su divorcio con el príncipe Carlos.
Hasta el momento ella no ha confirmado si estará en el parto del primer bebé de Meghan Markle. Recientemente, fue consultada por un periódico británico en un evento y solo se limitó a decir: “Estaré ocupada en primavera. No diré más nada”, dijo Mischon.
Muchos profesionales del sector sanitario critican la labor desempeñada por las doulas, por carecer de formación sanitaria y no contar con la preparación médico obstetra adecuada si se está presente ante una complicación durante el parto natural.
Otros por el contrario defienden la labor de Lauren Mischon como doula, pues asegura que su papel en el parto será para acompañar a Meghan en todo momento, desde que inicie el trabajo de parto hasta que nazca el bebé.
Por otra parte, Kate Middleton, la cuñada de Markle, será la encargada de decorar la habitación para el bebé en su nuevo hogar en Forgmore Cottage, lugar al que se mudarán muy pronto.
La exactriz decidió un tono de colores neutral, apartados de los colores tradicionales rosa o azul, optando al mismo tiempo por pintura orgánica y vegana.
Doula (se pronuncia dula), es una palabra de origen griego que se tradujo como “esclava”, pero que luego mutó y ahora está asociada con una mujer que ha tenido hijos y se pone al servicio de otra mujer que va a parir, acompañándola durante el embarazo, el trabajo de parto, parto y puerperio.
Igualmente, una doula no se ocupa del aspecto clínico de la gestación, trabajo de parto y del parto, no toma decisiones por la mujer o su acompañante ni debe imponer a la embarazada su propia preferencia acerca de cómo debe ser su parto o la crianza del bebé. Tampoco sustituye al equipo asistencial, sino que lo complementa.