El nombre del duque de Edimburgo ha sido vinculado a escándalos de infidelidad durante años. Los expertos en la realeza han sugerido que él ha traicionado a la Reina Isabel II en al menos seis ocasiones.
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El escándalo de las infidelidades no solo salpica a las estrellas de Hollywood o las personas famosas. La monarquía también está repleta de casos de traición y en donde existen siempre terceras personas dentro de los matrimonios. Este es el caso de la propia Reina Isabel II, quien ha perdonado en varias oportunidades los deslices de su esposo Felipe duque de Edimburgo.
Por décadas, los medios británicos y de otros países han incluido en sus titulares las escandalosas historias que proyectan a Felipe como el protagonista de varias traiciones a su esposa, la Reina. Él se ha salvado del escándalo porque para la propia Isabel II es impensable la palabra “divorcio”.
Los expertos en la realeza han sugerido que Felipe de Edimburgo, quien desde hace un año se retiró de los eventos públicos, le fue infiel a la abuela del príncipe Harry y William en al menos seis ocasiones.
Una de las principales protagonistas y con las que se ha relacionado a Felipe en calidad de amantes es la princesa Alexandra de Kent: miembro de la realeza, prima hermana de la reina Isabel II e incluso una de las damas de honor en la boda de la soberana y el duque.
Según reportes, la famosa escritora inglesa y el duque habrían mantenido un romance cuando ambos estaban casados.
Bailarina y actriz porno
Otra de las más escandalosas infidelidades de Felipe fue la que mantuvo con la bailarina y actriz porno Patricia Kluge, quien incluso se divorció de su esposo, el magnate John Kluge, una vez que este se enteró de que su mujer le había traicionado con Felipe.
Este fue uno de los escándalos más sonados y derivó en un escándalo mediático, algo que provocó una inmensa cólera al padre de la reina Isabel II, el rey Jorge VI.
Los titulares de medios británicos también han señalado a Lady Penny como una figura muy importante en la vida de Felipe de Edimburgo, pues ha llegado a ser llamada la “confidente” del duque.
El amorío entre ambos ha sorprendido durante años por el hecho de que la Reina Isabel II está consciente de lo que pasa, y siempre ha ignorado tal situación, actuando de manera relajada.
Los amigos de la pareja admiten que el duque de Edimburgo continúa siendo un hombre difícil, aunque su personalidad se haya dulcificado con los años. A la reina, acostumbrada a tener el poder, le da igual las travesuras de su esposo, pero en otras ocasiones se irrita y le contesta secamente: “Haz el favor de respetarme porque soy la Reina”.
Por encima de estas diferencias, insisten sus íntimos, ellos, la Reina y Felipe, se aprecian, se comprenden y se aceptan. En 71 años de matrimonio, Isabel II nunca ha roto una regla inquebrantable en la monarquía británica: las infidelidades se tratan en secreto y nunca se ventilan en público. Algo que no cumplió la princesa Diana de Gales al revelar los amoríos de su esposo el príncipe Carlos con Camila Parker.