Como cada año, la familia real británica celebrará la Navidad con una cena en compañía de todos los miembros de la realeza, incluyendo a la duquesa de Sussex, Meghan Markle, que ahora se encuentra embarazada; sin embargo, esto no la exentará de cumplir con cada una de las tradiciones que deben seguir los asistentes.
Si bien es conocido que la familia real está sujeta a estrictos protocolos que debe seguir en cada ocasión, una de las noches más importantes del año no es la excepción, ya que todos deben realizar un extraño ritual el cual consisten en pesarse antes y después de la cena navideña. Esta tradición surgió gracias al rey Eduardo VII, quien estaba obsesionado por su salud y la de su descendencia, por lo que hacía que se pesaran para saber que habían comido lo suficiente.
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Sin embargo esta no es la única regla, ya que todos deben llegar a la residencia de Sandringham el día 24 de diciembre para abrir los regalos después de tomar el té y posteriormente asistir juntos a la iglesia el 25 de diciembre.
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