La Princesa intentó, sin éxito,convertirse en una bailarina
Las dos Diana, Spencer o de Gales, tenían la misma pasión: el ballet. Desde pequeña, estudió con ahínco e intentó cumplir su sueño de ser una bailarina. Ya convertida en alteza real trató de alimentar su afición apoyando al Royal Ballet, tomando clases privadas y deleitando a sus enemigos con un regalo para Carlos.
Una foto poco conocida de la joven Diana se ha colado en las redes sociales, gracias a la fidelidad de sus seguidores. Allí se ve a la Princesa ataviada con una malla negra de ballet y zapatillas. La jovencita mira atenta a otro lado de la cámara, sentada sobre un pasto verde.
Frustrada
Cuando Diana se casó con el príncipe Carlos en 1981 ya su ilusión había sido descartada, no por el enlace sino por sus condiciones físicas. Varios de sus biógrafos coinciden en que su altura le jugó en contra, sin contar con la disciplina exigida para esta carrera.
Recomendados
Ni Marlon, ni Nicola: Este sería el nuevo novio de Wendy Guevara que desata pasiones
“Ella no es Elizabeth Gutiérrez”: Cristián de la Fuente arrepentido de su infidelidad y aplauden a su ex
Lucien Laviscount rompió el silencio y habló de su relación con Shakira, esto dijo
Tal era su amor por este arte que probó un mes como instructora de la Vacani School of Dance, que aún sigue funcionando en Londres. Su paso fugaz por la academia sirvió como antesala a su trabajo más conocido: maestra en un jardín de infancia.
Otros, menos afectos a la fallecida princesa, aseguran que no tenía aptitudes para el baile y que su obsesión terminó por frustrarla porque nunca conseguiría convertirse en bailarina.
Regalo escandaloso
No ser una experta tampoco limitó a Diana a subirse sobre un escenario y desplegar su talento. Apenas cuatro años después de su matrimonio, aún enamorada, le regaló a su esposo un baile en un teatro frente a todos sus amigos.
La polémica se encendió porque violó el estricto protocolo de la Casa Real Británica y este episodio se sumó a sus innumerables desencuentros con su marido.