Meghan Markle vivió un vergonzoso accidente con su ropa interior a su llegada a la boda de unos amigos, la tarde del sábado, día de su cumpleaños número 37.
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La duquesa se Sussex se disponía a saludar a los presentes con un efusivo gesto de mano, cuando dejó al descubierto parte de su brassier de encaje.

Por suerte, la cumplañera llevaba un sujetador que combinaba con su vestido de manga corta azul marino valorado en 400 euros, de la marca Club Monaco.
Aparentemente, la duquesa no se percató de que llevaba un botón desabrochado y por eso dejó parte de la prenda a la vista.

Meghan reaccionó rápidamente y se cubrió con sutileza no sin antes lanzar una pícara sonrisa de complicidad hacia las lentes de los fotógrafos que rodeaban la iglesia de Santa María la Virgen en Frensham, en Surrey.

Cumpleaños entre amigos
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El primer cumpleaños de Meghan como duquesa inició con la boda del amigo del príncipe Harry, Charlie van Straubenzee, quien se casará con Daisy Minks.
Harry, quien llegó usando lentes de sol a la capilla al igual que su esposa, es el padrino de la ceremonia, ya que su relación de amistad con el novio se remonta a la infancia y es de alrededor de 30 años, cuando los dos asistieron a Ludgrove Prep School en Berkshire.
