Los príncipes William y Harry siempre han demostrado tener un vínculo de hermanos muy cercano y con gran complicidad. Un importante detalle que no podrán compartir es legar el mismo apellido a sus hijos.
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En casi todo el mundo es común que los hijos hereden el apellido de su padre, pero en el caso de la realeza las reglas son muy distintas.
Para la familia real inglesa la tradición indica que los hijos lleven a modo de apellido el título de sus padres. Por ejemplo, los hijos de William y Kate son nombrados por el apellido Cambridge por ser sus padres los duques de Cambridge.
Esta regla, que debe ser cumplida por los integrantes de la familia, permite asumir que los hijos del príncipe Harry llevarán el apellido Sussex, por el título de sus padres.
En su época de estudiantes y en el cumplimiento de su servicio militar, William y Harry eran conocidos como los chicos Gales.
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Al estar casados, ambos príncipes han recibido su propio título y ya no usan el apellido heredado de su padre y en adelante sus familias son conocidas por el ducado que les fue otorgado.
En el caso de la reina Isabell II y su esposo el Duque de Edimburgo, ambos decidieron en los 60 adoptar el apellido Mountbatten- Windsor, para que así no se perdiera ninguno de sus apellidos.