En el año 2013 se estrenó la película basada en Diana, la Princesa de Gales, inspirada en el libro de Kate Snell ‘Naomi: Her last love’. De la mano del director alemán Oliver Hirschbiegel y protagonizada por Naomi Watts y Naveen Andrews. La película se enfoca en los dos últimos años de vida de la recordada Princesa, su divorcio del Príncipe Carlos, su relación con el cirujano Pakistani Hasnat Khan y posterior romance con el egipcio Dodi Fayed.
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La película fue un fracaso en taquilla y recibió críticas abrumadoramente negativas. A pesar del gran esfuerzo que realiza Watts y su parecido a la querida Princesa, esta no logra salir a flote en un guion confuso y que se pierde en sí mismo a medida que avanza. La duda sobre la veracidad de los hechos relatados en la cinta, también jugaron en su contra, añadiendo extraños elementos a una figura tan emblemática y apreciada por su humildad. Los diálogos no capturan la magia ni la esencia de Diana, parece una historia forzada, perteneciente a otros personajes. Quizá otro de sus errores, viene dado por no profundizar en su labor humanitaria, y en los múltiples esfuerzos que realizó alrededor del mundo.
Hirschbiegel y Watts tenían dudas sobre la película desde un inicio, debido a lo qué iba a causar, tocando un tema escabroso como la intimidad de Diana. La actriz nominada al Óscar, confesó en una entrevista posterior a la cinta, que se dejó “seducir” cuando le ofrecieron interpretar a la Princesa Diana, y a pesar de conocer el riesgo que implicaba, decidió arriesgarse.
Con toda humildad, la protagonista de ‘Lo Imposible‘ reconoce que a medida que se firmaba la película, la misma fue tomando un rumbo no planificado, lo que finalmente contribuyó al fracaso de la cinta. Por esta interpretación, la australiana fue nominada un premio Razzie (los anti-Óscar), en la categoría de peor actriz.