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¡Desaliñada! Camila camina en la primera línea en el bautizo de Louis en ausencia de la reina Isabel

El tercer hijo de la duquesa de Cambrige y el príncipe William acapara titulares. Y cada asistente a la ceremonia también.

Desaliñada y muy lejos de emular la elegancia de Diana de Gales, Camila de Cornualles encabezó junto a su esposo y futuro rey de Inglaterra, Carlos, la primera línea en el bautizo del príncipe Louis.

El tercer hijo de la duquesa de Cambrige y el príncipe Guillermo acapara titulares. Y cada asistente a la ceremonia también.

En ausencia de la reina Isabel II Carlos y Camila caminaron en la primera línea para presentar a Louis ante el sacerdote. Camila fue la más desaliñada entre Meghan y Kate, que lucieron radiantes.

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El palacio de Kensington anunció la lista de asistentes a la ceremonia religiosa de este 9 de julio y,faltaba el de la reina de Inglaterra. Isabel II, que sí acudió a los bautizos de Jorge, en octubre de 2013, y de Carlota, en julio de 2015, no acudirá la capilla real del palacio de St. James, al parecer, por problemas de agenda. Esta semana, la reina de Inglaterra tiene varias citas importantes , como la visita al Reino Unido de Donald Trump, y, debido a su avanzada edad, 92 años, la soberana debe cuidar su salud y no excederse en los acontecimientos. Isabel, quien la pasada semana vio cómo se debatía en el Gobierno los detalles de su futura muerte, estaba descansando en su casa de campo de Sandringham y se espera que vuelva a Londres en la próximas horas, reseñó www.diezminutos.es.

Carlos y Camila, una historia de amor oculto y traición de más de 40 años

“Bonito animal Señor. Me llamo Camila Shand. Es un placer conocerle”, le dijo Camila a Carlos en 1970, en el campo de Polo de G. Park, mientras el Príncipe acariciaba su caballo. “Mi bisabuela, Alice Keppel, fue la amante de su tatarabuelo, Eduardo VII. ¿Lo sabía?”.

Así comenzó una de las historias de amor más controversiales y polémicas dentro de la realeza británica. La historia de amor entre Carlos, próximo soberano de Inglaterra, Camila Parker, una novela con más de 40 años de historia.

Ella tenía 25 años y buscaba vengarse de su novio, Andrew Parker-Bowles, un oficial de caballería que la engañaba. Carlos, de 23 años y futuro Rey, fue el joven escogido para volverle loco de celos.

Lo que empezó con un juego de miradas y breves conversaciones se convirtió en un idílico amor que no contaba con la aprobación de la reina Isabel II. En la década de 1970, la pareja ya eran amantes. En Hampshire, Camila tenía la misma habitación en la que la Reina había pasado su luna de miel.

La historia no oficial de la realeza británica cuenta que el Príncipe lloraba como un niño cuando, por razones de Estado, en 1971, tuvo que separarse de Camila por primera vez. Al año siguiente, Carlos le pidió matrimonio, aunque ella declinó la propuesta, según relata su amigo de 50 años, Patrick Beresford.

Carlos de Inglaterra, con el corazón roto, se embarca en el Minerva. En una de sus escalas, descubre el anuncio de los esponsales de Camila y Andrew Parker en el Times, quienes se cansan en 1973.

El hijo mayor de Isabel II no soporta la idea de perder a su amada y al regresar a Inglaterra comienza una vida desenfrenada y aventuras constantes con las mujeres. La más comentada es con Sarah Spencer, hermana de Lady Diana.

Carlos insiste en recuperar a Camila y mantiene un acercamiento con la nueva familia Parker-Bowles, incluso llega ser el padrino de su primer hijo de Andrew y Camila. En 1979, el Príncipe de Gales pide, de nuevo, a Camila que se divorcie y se case con él. Se produce la segunda negativa, más dura que la primera.

La Monarquía necesitaba una princesa, la reina Isabel II exigió una candidata ‘ideal’ para llevar sobre sus hombros un título de la realeza. La elegida es Diana Spencer y el mundo se rinde ante su historia de amor, ante el cuento de hadas más perfecto del Siglo XX.

Sally Bedell Smith, en una biografía titulada ‘El Príncipe Carlos: Las pasiones y las paradojas de una vida improbable’, asegura que la noche antes de su boda con Diana, el heredero lloró por la mujer a la que realmente amaba y con la que se casaría más tarde.

Camila Parker Bowles, “es vivaz, irreverente, indiferente a la moda y el estilo, sin pretensiones y cariñosa”, según la describe Smith en su libro. “Las convenciones de la época obligaban a que la princesa fuese virgen, o al menos lo pareciese, algo que Camila no cumplía”, puesto que ya había contraído matrimonio en 1973 con Parker-Bowles.

Carlos y Diana anunciaron su separación en diciembre de 1992 y el divorcio se firmó en 1996. La princesa de Gales murió al año siguiente, con tan solo 36 años de edad, en un accidente de coche en París cuando viajaba junto a Dodi Fayed.

Carlos y Camila siguen su historia. Sus vidas quedaron reducidas a una telenovela. Ella cada día que transcurre trata de recuperar su imagen, la del futuro rey y la propia monarquía. Para muchos, un amor romántico que ha superado todo tipo de obstáculos y dificultades a lo largo de 40 años y ha tenido un final feliz, aunque eso involucró a una tercera persona: Diana.

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