Al llegar a los Premios Princesa de Girona, los reyes de España, Letizia y Felipe, protagonizaron otro pequeño altercado que vuelve a levantar las sospechas de divorcio.
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El pasado jueves, los monarcas se trasladaron hasta el Celler de Can Roca, el segundo mejor restaurante del mundo, para presidir el evento, pero su llegada estuvo un poco dificultosa por la lluvia.
El primero en bajar del carro fue el rey Felipe, quien esperó a que su esposa apareciera. La reina tomó su propio paraguas y se bajó mientras su esposo la esperaba bajo la lluvia con la mano tendida para evitar cualquier percance o caída.
Fue entonces cuando el Rey, por hacerle el camino más fácil a su esposa trata de tomar el mango del paraguas con el único propósito de ayudarla. En unos segundos de tensión, Letizia, con la sonrisa forzada, clava la mirada sobre la pupila de su marido haciéndole entender que ella podía sola.
Llegada de los Reyes a la ceremonia de entrega de los Premios de la Fundación Princesa de Girona #PremisFPdGi @A3Noticias pic.twitter.com/p2FHoyOZAU
— Antena3Catalunya (@A3Catalunya) June 28, 2018
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No era el mejor lugar para descender del Mercedes-Benz donde viajaban. Tampoco el atuendo más apropiado. Con unas altísimas sandalias rojas de pitón de Magrit en mismo tono carmesí que su vestido, la reina hizo lo que pudo, siempre por sí sola, y quizás eso la tenía molesta.
Lo cierto es que los medios captaron este momento que ha reavivado los rumores de problemas entre los reyes de España y un posible divorcio.
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