El pasado 19 de mayo fue la tan ansiada boda real y una de las grandes sorpresas mediáticas fue ver llegar a la presentadora de televisión americana Oprah Winfrey a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor para acompañar a Meghan Markle y al príncipe Harry en su enlace nupcial. Las hipótesis surgieron de inmediato y todo apuntaba a que Doria Ragland, madre de la novia, era la responsable de que Oprah estuviera en Windsor.
En abril, semanas antes de la boda de Meghan Markle con el príncipe Harry de Inglaterra, Doria Ragland fue vista saliendo de la mansión de Oprah Winfrey con una caja en la mano. Muchos especularon que dentro de la caja iba un pago a manera de soborno que la famosa Oprah habría hecho a Doria.
Los rumores crecieron conforme pasaba el tiempo. Se argumentaba que Oprah Winfrey intentaba convencer a Doria Ragland de que le concediera una entrevista. Pero esto ha quedado descartado, pues tras semanas de silencio Oprah ha hablado.
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En el estreno de la nueva serie Love Is, producida por Oprah, Entertainment Tonight la abordó con preguntas precisas sobre la trama de rumores que se tejían en torno a ella, a Meghan Markle y su madre Doria Ragland.
“Adoro esa historia sobre la madre de Meghan saliendo de mi casa con regalos. ¿Sabéis que había dentro? Para empezar, es una mujer a la que le encanta hacer yoga, así que le dije que se trajera su esterilla y su chándal por si nos apetecía practicar en el jardín”, aclaró.
La presentadora más influyente de los Estados Unidos insistió en que “eso es lo que llevaba en una de las bolsas: su kit de yoga. Y en la otra… “Para comer habíamos tomado un postre con kumquats y Doria dijo: ‘Me encanta esta fruta’. Entonces yo le dije: ‘Tengo un árbol. ¿Quieres llevarte algunos?’ Así que, gente, era un bolsa de kumquats. Para todas aquellas personas que dicen que le estoy dando regalos e intentando sobornarla para una entrevista: ¡Eran kumquats! ¡Si los kumquats consiguen una entrevista estoy totalmente a favor!”, dijo en tono jocoso.
Doria Ragland ha sido muy cautelosa con sus palabras y acciones, en contraposición a la conducta del padre de Meghan Markle, quien aprovechó el momento de fama de su hija para asirse de contratos mediáticos y polémicas que le generaron dolores de cabeza a la nueva Duquesa de Sussex