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Juanes en uno de sus mejores momentos: “Tengo mucho más de lo que necesito”

Mira hacia el pasado cada vez que está feliz, para agradecer todo lo que tiene, y que nunca soñó. Como padre de dos niñas apoya la lucha de millones de mujeres por sus derechos, porque “es justa y necesaria”.

No necesita presentación. Juan Esteban Aristizábal, conocido como Juanes, es un artista, cantante –y excelente compositor– querido, requerido y talentoso. Su último disco, “Mis planes son amarte”, sigue logrando gran reconocimiento por su frescura y potentes sonidos pop, rock y folk. Y además sorprende con colaboraciones de otros artistas, sin nunca dejar de lado el amor por la música popular, esa que nace de una rica cultura colombiana, bien latina. 

En este momento comenzó “Amarte Tour” en EE.UU., junto a la chilena Mon Laferte, pero antes vino a Chile como nuevo rostro de una multitienda nacional. “Encontré una conexión, una afinidad con la marca, y me pareció una oportunidad para acercarme a Chile. Comparto la visión de consciencia social. Me siento cómodo. Se preocupan por el medioambiente, el reciclaje, no entregan bolsas plásticas, ¡y hasta me gusta lo que venden!”, cuenta entre risas. 

Conocemos sobre su música, pero poco sobre sobre sus ideas y valores. En pocos minutos logramos descubrir a un Juanes amante de la vida, de su familia, sin olvidar nunca su modesto comienzo en Medellín. 

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¿Crees que es importante reinventarse?

Es fundamental reinventarse, clave. Vamos evolucionando, el mundo también, y me parece importante darte la oportunidad de comenzar desde cero. Es importante renunciar a todo para conseguirlo todo otra vez.

¿Por eso saliste un poco de los escenarios hace un par de años?

Sí, es que es sano en cualquier aspecto de la vida.

¿Lo harías de nuevo?

Si tuviera que hacerlo porque lo siento, lo haría de nuevo.

El disco “Mis planes son amarte” es bien visual, ¿fue para acercarte a los jóvenes? 

No necesariamente. Es difícil que te sientes a hacer algo para captar a alguien. A veces la canción que menos te imaginas conecta hasta con los niños. Lo hice principalmente para renovar mi sonido y hacer algo que artísticamente tuviera nivel, que quebrara lo establecido. Hoy ya no se habla de un álbum, la gente no lo compra, no escucha un disco completo; consume la canción.

Grabaste “Más que un amigo” en el disco “Todos somos más”, en homenaje a Marco Antonio Solis. ¿Qué lo hace un gran artista? 

Su capacidad de contar historias, de componer. Su disciplina, capacidad. Crea historias que conectan con la gente. En lo personal es muy sencillo, buena gente, hemos cantado juntos un par de veces. Me pareció bonito el proyecto porque lo produjo un amigo mío, Emmanuel del Real, de Café Tacvba. Le gusta la música popular, la cumbia, el pueblo, y era una gran oportunidad.

Me llama la atención que no tienes colaboración de reggaetoneros, sino más bien de música tradicional.

Me gusta lo que pasa ahora, pero no todo. En mi carrera trato de mantener el sello de mi música, siempre mirando a lo folclórico cultural, ese es mi punto de partida. 

¿Es un deber de los músicos rescatar las raíces?

No sé si deber, pero para mí es básico. Estudié Diseño Industrial, y nos enseñaron a partir con un concepto para crear un proyecto. En mi caso, qué más riqueza que la que tenemos, para qué irme a otras raíces si tenemos las nuestras, que son increíbles. 

Decías que la gente ya no escucha discos. ¿A ti te gusta escucharlos? 

Me gustan las dos cosas: escuchar música en vinilos, pero también uso Spotify y escucho una canción de un artista y luego de otro. Las redes sociales te llevan a ese comportamiento…

¿Te gusta estar conectado a las redes? 

Estoy conectado, pero no ciento por ciento…

¿Logras ir a su velocidad?

No, porque me genera mucho estrés. Más bien pongo los post cuando quiero, aunque a veces hasta me cuesta ponerlos. Leo los comentarios de mis seguidores, pero no paso metido ahí, porque es muy fuerte.

En esta sociedad da la sensación que si no expones lo que haces, no existe o no tiene valor, ¿no?

Y si no lo expones, no existes. Es muy loco. Para mí hay momentos especiales, me sorprenden y los quiero compartir, pero no comparto todo lo que hago.

¿Intentas no exponer a tu familia? 

Es difícil… Mis niñas, Luna y Paloma, tienen 14 y 12, y mi niño, Dante, 8. Y todos están muy conectados. A mi esposa también le encantan las redes, y no puedo pelear contra eso (ríe). Sí les digo que tengan cuidado con lo que publican, y que si les dicen algo feo, bloqueen. A veces veo el futuro oscuro, pero no quiero caer en la negatividad absoluta. Al contrario, hay que trabajar lo más posible en uno y tratar de ser lo más optimista para seguir adelante.

Tus hijos tienen dotes artísticos, cantan y tocan instrumentos. ¿Los guiarás hacia allá?

Ellos son libres, nunca les decimos que tienen que hacer esto o aquello.

Tienes dos hijas; actualmente estamos frente a una nueva revolución feminista. ¿Estás de acuerdo con la lucha de las mujeres?

Me parece importantísimo. Para mí todo tiene que ver con que venimos al mundo porque una mujer nos trae, entonces para mí la mujer es sagrada. Sólo pensar que en 1920 la mujer no votaba es algo muy loco, o que la mujer no podía ser la presidenta de un país. Son cosas que cambian poco a poco. La lucha por los derechos de las mujeres es justa y necesaria, y ojalá lleguemos a un momento en que la mujer tenga nuestras mismas posibilidades.

¿Estás de acuerdo con las libertades que muchas mujeres exigen, como el aborto libre?

Pienso que tiene que haber límites en el tema. Todo depende de las leyes de cada país y, de acuerdo a las circunstancias, la mujer también tiene que tener derechos. Hablar del aborto es complejo, porque es hablar de la vida, y la vida es sagrada. Cómo tratar de no llegar a ese punto, ese es el tema.

Ahora se cuestionan hasta los halagos o piropos hacia las mujeres, porque nos pueden incomodar. ¿Qué te parece?

Creo que cuando estos procesos comienzan se vuelven una obsesión, algo raro, y luego se estabiliza todo. Si uno no falta el respeto a alguien, o no agrede física o verbalmente, está bien. No me parece malo decirle a una chica que es linda, pero todo depende de la forma.

¿Te has sentido acosado?

(Ríe) Para mí es parte del cariño de los fans, entonces de verdad nunca me he sentido acosado.

CONSCIENTE

¿Cuántas veces miras al pasado, cuando comenzaste modestamente en Medellín?

Muchas veces, muchas. Siempre vuelvo a esa época. Cuando estoy muy alegre, disfruto más ese momento porque recuerdo lo que antes no podía tener, no podía lograr o ni siquiera podía soñar. Siempre vivo conectado con el pasado, y eso me ayuda a manejar el presente. No es que sea feliz todo el día; también hay momentos en que me frustro, soy un ser humano.

¿Tenías la ambición de vivir esta vida?

Más que la ambición, uno comienza como músico soñando con ser músico, vivir de lo que te gusta, pero no dimensionas hasta dónde puedes llegar. Ahí aparece el poder de la mente, que es infinito. A veces me asusta y todo…

¿Por qué?

Porque lo que pones en la mente lo puedes lograr. En algún momento me propuse lograr esto. En un momento puedes triunfar y en otro caer también, si lo tienes en tu mente. Canalizar esa energía que uno tiene adentro funciona.

¿Se pierde la espontaneidad con el tiempo?

Sí, pero es importante recordar la infancia y ver por qué estás donde estás y por qué empezaste, seas músico o periodista. Recordar qué te motivaba a los 12 años es muy importante para refrescarte y saber quién es uno. Con la cotidianidad uno va perdiendo espontaneidad.

Eres un artista muy reconocido, y obviamente has tenido encargados de marketing. ¿Cuál ha sido tu límite?

Siempre trato de ver hasta dónde puedo llegar sin que me coman. Me importa que lo que haga no invada mis principios, mi forma de ser, de pensar. Pero siento que las marcas se asocian ente sí y se pueden sacar beneficios de ambos lados.

En Chile comenzamos a  preocuparnos por la sustentabilidad.  ¿Es una temática que cruza América Latina?

Lo veo en todos lados. Desafortunadamente no lo veo en los grandes gobernantes del mundo. Creo que hay una consciencia mucho más despierta de lo que está pasando con el clima, las islas de plástico del mar, se derriten los polos. En Colombia también está la campaña para no usar bolsas ni bombillas. Vamos cambiando, pero falta mucho. Hace poco leí una noticia sobre el desplazamiento de siete millones de familias en Centroamérica porque el nivel del agua ha subido mucho y la gente ha tenido que irse moviendo.

¿Te consideras una persona austera? 

Tengo mucho más de lo que necesito. Sé que podría vivir con muchísimo menos. A veces pienso hasta qué punto podría llegar de austeridad, para vivir una vida mucho más simple, y trabajo en eso. 

Vienes mucho a Chile. ¿Cómo nos ves? 

Muy organizados, respetuosos. Chile es un país casi europeo. Súper amables, musicales, queridos. Cada vez que vengo me encanto con la comida y con ustedes, su gente, su música.

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