Espectáculos

Por qué “Sin Senos sí hay paraíso” es la mala copia de “Búsqueda Implacable”

De ser una de las grandes fábulas de los peligros del narcotráfico, pasó a ser un pastiche de acción sin mensaje.

Cuando «Sin tetas no hay paraíso» se estrenó en 2006, para muchos fue una fábula muy bien contada – y como todas- triste, sobre lo que ganan las mujeres que se involucran con el narcotráfico: violencia, humillación, sometimiento y degradación. Que Catalina hubiese terminado muerta para conseguir un propósito totalmente superficial fue  aleccionador. Pero luego vino «Sin senos no hay paraíso». Entonces, «La Diabla» se convirtió en el enemigo a derrotar.

Para la segunda temporada hay otra sorpresa: Catalina primera (la hermana de la protagonista de la continuación) es agente de la DEA. ¿Para qué? Para derrotarlos a todos y vengarse así, por fin, de «La Diabla».

Los personajes

 

Recomendados

¿Cuál es el propósito de hacer que dos enemigas se vuelvan tal y como Liam Neeson contra todos los proxenetas y delincuentes que enfrenta en Europa? ¿Que de repente la primera Catalina y La Diabla saquen habilidades y recursos de acción para enfrentarse la una a la otra? ¿Cómo es que Catalina se vuelve agente (y la otra una villana a lo James Bond) para saldar sus cuentas? ¿A cuento de qué? ¿Por qué esa repentina transformación y entrenamiento? No es de entender cómo hacer creíble que se vuelvan como «La Viuda Negra» de «Los Vengadores» cuando pasaron mucho tiempo de su vida en otras actividades. Eso, va más en crítica hacia las antagonistas de «La Diabla».

La trama

En «Búsqueda Implacable» Liam Neeson daba porrazos, volaba cosas y manejaba autos para poder vengar (o rescatar) a su familia. En «Sin senos sí hay paraíso», antagonista y protagonista dan porrazos para poder vengarse entre sí, cueste lo que cueste. Pero mientras Neeson era un agente entrenado, estas sacan sus recursos de no sé donde y el único móvil no es garantizar el bienestar de su familia sino vengarse. Lo que sí tienen en común las dos cosas es que las instituciones son ridículas (se pasan), aunque en la última de Neeson le dan más dignidad a la policía.

Narco- cine

 

En «Búsqueda Implacable», la vendetta y actuar como héroe son motivos suficientes para dar todo un despliegue de golpes y explosiones y al fin y al cabo hablar de problemáticas como trata de personas. Pero para un cuento de narcotráfico, ¿para  qué? ¿para qué desviar el mensaje inicial en un vórtice de violencia sin fin que cuenta una venganza de una manera glamurizada, tal y como lo hacían con «El Capo»?

En el caso de «Sin tetas», el mensaje inicial se ve desdibujado por una trifulca personal llena de efectismo. ¿Cuál es el propósito de esto? ¿Cuál es el propósito de alargar esto y mostrar a personajes que hubiesen podido ser más complejos que sus venganzas inmediatas y sus habilidades o poder? ¿Por qué el mensaje de «el dinero fácil no paga» se queda en teams donde se glorifica a las dos protagonistas y no se reflexiona como en la primera novela?

Mejor ver las películas de Neeson. Por lo menos él pelea (y actúa) mejor en una trama un poco más creíble.

 

 

Tags

Lo Último


Te recomendamos