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Te amaremos siempre, Lady Olenna

El capítulo 3 de la séptima temporada de Game of Thrones nos dejó fuerza femenina, pero también mucho dolor.

ALERTA DE SPOILERS: blablabla bla spoilers del capítulo 3 y todo eso que te dicen antes de un post como éste.

Anoche vimos el tercer capítulo de la séptima temporada de Game of Thrones. Están sucediendo cosas demasiado intensas para ser reales (culpemos el hecho de que solo serán siete capítulos, y que quedan solo 4), y nuestras mujeres favoritas son un dolor y un consuelo al mismo tiempo. Recapitulemos algunas. Lloremos y celebremos.

No puedo odiarte, Cersei

Euron Greyjoy realizó una emboscada a sus queridos sobrinos Yara y Theon Greyjoy, asesinó a parte de las serpientes de arena y, no conforme con ello, tomó cautivas a su sobrina, a Ellaria y a su hija Tyene.

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Ambas últimas son el regalo del Capitán de los 14 mares a Cersei, quien las toma prisioneras y envenena a Tyene de la misma forma que Ellaria envenenó a su hija Myrcella.

La ames o la odies, hay que reconocer que Cersei siempre está un paso más adelante que todo el resto enorme de rivales que tiene alrededor de Westeros. Quería que Ellaria sufriera el mismo dolor que sintió al haber perdido a Myrcella, y su venganza y justicia está llena de masoquismo. Cersei es tan cruel como cuidadosa y estratega, y reconozcámoslo, siempre consigue lo que quiere.

Una mujer en el norte

El Pez Negro ya lo dijo: Sansa se parece mucho a su madre, Catelyn Tully. Con soluciones prácticas y agudas, Sansa ha demostrado ser una excelente líder en Winterfell mientras Jon Snow resuelve sus asuntos en Dragonstone, donde las cosas están algo tensas (solo un poco).

Ay, Daenerys

Mientras veía el encuentro entre Jon y Dany pensé que en realidad, había estado idealizando mucho este momento: pese a todas las cosas en común que ambos tienen, la tensión es obvia.

Daenerys le recordaba majaderamente a Jon que ella era la heredera del Trono de Hierro, Jon intentaba hacerle entender que hay una guerra que si no la luchamos, nos matará a todos ¿Qué te pasa, Khaleesi, por qué eres tan soberbia? Al menos le diste el pase para sacar el vidriogragón que el Rey en el Norte necesita, pero tus planes no han funcionado. Si eres un dragón, se un dragón.

Lady Olenna, te amaremos siempre

Con el asedio a Lady Olenna y la llegada de Jaime Lannister a Altojardín, sabíamos que su destino estaba zanjado. Una de las mujeres más sabias y atrevidas de Westeros moriría, al menos, sin sentir dolor, pero extinguiendo por completo a la Casa Tyrell.

No obstante, se fue como la maestra que siempre ha sido: confesándole a Jaime que la muerte de Joffrey fue maquinada por ella. Te recordaremos siempre, Lady Olenna.

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