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Si te interesa sentirte o vivir de otra forma ¡lee el siguiente artículo!

Este miércoles nuestra numeróloga y coach Denise Labbe nos dice cómo dejar de tener rabia contra todo y modificar nuestra vida como queramos.

Hace unos días escuche que ser adulto implica «aceptar algunas de las cosas que son más difíciles de aceptar»… Y dejando de lado si efectivamente esto será o no así, esa frase me puso a curiosear… ¿Qué podría ser lo más difícil de aceptar en la vida?, ¿que tu pareja ya no te ame?, ¿que tu negocio se haya ido a la quiebra?, ¿que te estafaron?, ¿que te abandonaron?, ¿que te quedaste sin trabajo?, ¿que abusaron de ti?, ¿que te mintieron?, ¿que ya no puedes estar junto a esa persona que amas porque no está con vida?

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Yo no sé si algo de todo lo que te nombré, será efectivamente lo más difícil de aceptar en la vida como tal… pero de seguro en tu vida sí, pero en la vida misma como tal no, seleccionar una situación como la más difícil de aceptar resulta impensable! Y es así por el simple hecho de que lo que para mi puede llegar a ser solo una mala experiencia, para ti puede llegar a ser un trauma… porque como dicen «entre gustos y colores, no hay nada escrito» cada persona tiene su forma de ser, su forma de interpretar lo vivido y por ende, su forma de sentir.

De lo que sí tengo absoluta certeza, es que todo eso que te mencioné, por lo menos en mi, generaría mucho rabia! Y sobre todo las cosas que suceden porque sí, las cosas que suceden haya o no haya hecho algo para «merecerlo»… ¿Cuántas cosas te han sucedido en la vida, quieras o no, hagas o no hagas algo?… A mí me sucedieron… yo las viví y qué rabia sentí!… Sentí rabia contra quien me hirió, para luego sentir rabia contra el mundo, rabia contra todo!… si, toditas esas las sentí… rabia contra mi… no podía faltar!… rabia contra mis padres… creo que fue la primera rabia que sentí… rabia contra Dios!… esa la sentí y qué manera de sentirla!

¿Cómo era posible que Dios, el que todo lo puede y el que todo lo sabe, estando consciente de lo mal que me sentía, permitiera que me siguiera sintiendo así?, ¿por qué Dios no interfería?, ¿por qué Dios no me daba paz? si yo no había hecho nada como para «merecer» sentirme así!… ¿porque Dios, siendo tan bondadoso como decían que era, no se apiadaba de mi?… esas y más rabias las sentí… pero esas rabias quedaron en el pasado… esas rabias ni se comparan a las rabias que siento hoy… hoy siento rabia!… siento rabia por mis miedos!… siento rabia porque no me atrevo, siento rabia porque no me muevo, siento rabia porque no me dejo!… Siento rabia porque no me permito hacer lo que quiero!

Hoy siento rabia… Siento rabia contra los «y si…», siento rabia contra la duda… siento rabia por pensar en todos los posibles resultados… siento rabia por prestarle atención al  qué dirán… siento rabia por postergar… siento rabia por no arriesgar… Siento rabia por planificar… Siento rabia por engañarme… Siento rabia por pensar que tengo toda una vida por delante, cuando en realidad no tengo nada! Solo tengo el hoy y ni siquiera eso… solo tengo el ahora…

Hoy siento rabia… Y hoy le doy las gracias a mi rabia… gracias rabia… gracias por mostrarme todo lo que no quiero… gracias rabia por revelarme más de mi… gracias rabia por despertarme a vivir!!… sentí rabia y sigo sintiendo rabia… si bien siento lo mismo, no es lo mismo… antes sentía rabia contra alguien, contra mis padres, contra el que me hirió, contra Dios y hasta contra mi misma… antes la reprimía y fue tanto que la reprimí, que cuando no pude más, explotó la rabia en mí, la rabia se apoderó de mi, fui su títere, actuaba en función de lo que ella dictaba.

Hoy siento la rabia… hoy la siento, sola la siento… Ya no le hago mayor caso… Hoy siento rabia pero no contra alguien… Hoy me doy cuenta que mi rabia ha sido justamente tener que aceptar… Pase de reprimir mi rabia, siendo una niña sumisa a explotar en rabia y convertirme en rebelde… Y fue tanto lo que me rebelé, que me rebelé contra la vida misma! me negaba a seguir aceptando!… Pensé que la única forma de «no aceptar» era rechazando, anulando, negando y peleando, pensé que la rabia era la que me ayudaría a no seguir aceptando…

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Hoy la rabia más que hacerme rebelde, me revela cosas, me revela más de mi, más de lo que no deseo en mi vida y por ende de lo que sí quiero!… Hice las paces con mi rabia, yo la dejo ser, y a su vez me dejo ser… Y pongo «me dejo ser», porque elijo ser amor, tratarme con amor, tratar al otro con amor, sentir amor aun cuando la rabia esté presente en mi… Y actuar con amor no es equivalente a aceptar… Puedes actuar con amor y expresar tu postura, puedes actuar con amor y rechazar una situación, puedes actuar con amor y decidir otra cosa, puedes actuar con amor y decir no! Porque cuando actúas desde ahí, actúas desde el amor propio, desde lo que sientes que te corresponde, desde lo que tu amas, desde lo que deseas para ti.

Mi vida cambió cuando me di cuenta que no tenía que aceptar porque podía crear, podía hacerlo diferente, podía ser diferente, podía crear una realidad más autentica, más parecida a mí, más feliz… Mi vida cambió cuando me permití sentir la rabia y no ser la expresión de la rabia, cuando la rabia pasó de hacerme rebelde a revelarme que algo debía trabajar en mi interior para luego reflejarlo en mi exterior… Mi vida cambió en la medida en que fui sustituyendo el «merecer» por el «crecer», comprendí que no se trata de «merecer o no merecer lo vivido», más bien se trata de crecer gracias a lo vivido!

Si te interesa sentirte de otro forma o vivir de otra forma, te invito a que me visites por tu pagina web en FB AMBI ZION y a que veas el siguiente video

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