Al existir cada vez mayores expectativas de vida en nuestra población, resulta fundamental realizar estrategias educativas que permitan abordar aquellos aspectos que inciden directamente en la calidad de vida de las personas y en una de estas dimensiones se encuentra la sexualidad.
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Maricela Pino, académica de Obstetricia de la Universidad San Sebastián explica que «la sexualidad en la tercera edad es una temática sobre la que existen una serie de creencias y prejuicios, por ello es relevante educar en estos aspectos para que los adultos mayores puedan empoderarse de sus derechos sexuales y reproductivos».
Con la finalidad de despejar algunas creencias, la docente aclara ciertos mitos sobre la sexualidad en los adultos mayores.
· Los adultos mayores no tienen necesidades sexuales o sus necesidades sexuales están fuera de lugar. Falso. «En los adultos mayores existen necesidades sexuales, persiste el deseo, placer y atractivo. Los seres humanos nacemos y morimos sexuados, por ello, creer que esta necesidad no existe, muchas veces tiene que ver con un prejuicio más que con una realidad».
· La actividad sexual puede ser perjudicial para la salud de los adultos mayores. Falso. «Al contrario, existen beneficios asociados al placer como por ejemplo el sentirse feliz, elimina el dolor, regula el insomnio y la depresión, favorece la activación del sistema inmune, mejora el clima de las relaciones interpersonales».
· La mayoría de los varones mayores de 65 años son incapaces de realizar el coito. Falso. «El envejecimiento trae consigo una serie de cambios en la respuesta sexual del ser humano. En los varones puede existir una disminución del deseo y las fases de erección y eyaculación pueden tardar más tiempo. Pero, pese a estos cambios, si existe la posibilidad de mantener actividad coital, inclusive existe un número importante de adultos mayores que mejora su experiencia sexual durante la adultez».
· La mayoría de las mujeres mayores de 65 años no reaccionan sexualmente ante estímulos eróticos. Falso. «Al igual que en el varón la respuesta sexual de las mujeres presenta cambios como disminución del deseo y dificultades en la lubricación, que se deben a factores psicosociales y a bajas hormonales. Sin embargo pese a esto, si pueden reaccionar sexualmente frente a estímulos eróticos, es más persiste su capacidad multiorgásmica».
La académica agrega que «debemos entender que la tercera edad es una etapa de la vida donde las capacidades de las personas evolucionan en distintas direcciones, algunas se deterioran, otras se enriquecen y algunas se mantienen. No todos los adultos mayores evolucionan de la misma manera. Es fundamental darle un nuevo significado a la tercera edad como la etapa del reencuentro con la pareja, de nuevas experiencias del erotismo, la edad de la madurez, y de la plenitud. Considerar el concepto amplio de la sexualidad, donde se posibilite el placer por el contacto corporal global y de la comunicación, así como de la seguridad emocional que da el sentirse querido, donde el coito puede o no puede ser parte de esto».