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“Estoy en pareja pero me siento solo”: Si te identificas ¡esta nota es para ti!

 Imagen foto_0000003020150618081025.jpg Muchos hombres y mujeres que están sin pareja sueñan con encontrar a un compañero de vida con el que compartir el amor, la comunicación y sobre todo, los proyectos. Pero, ¿qué ocurre cuando lo hacen y, aun así, se siente solos?

La soledad puede ser muy dolorosa si no se la ha elegido y, sobre todo si quien la vive aún no se ha encontrado consigo mismo. Cuando la soledad se vive de a dos es aún más cruel. Significa que lo que se ha proyectado como un espacio para construir de a dos es, en realidad, una suma de dos islas desconectadas entre sí.

¿Qué hacer si sientes que tu pareja no es nutritiva? Pregúntate:
· ¿Deseas de verdad estar con él o con ella? Muchas personas perpetúan relaciones insatisfactorias, vacías o que no las motivan sólo por costumbre, miedo a la soledad o temor a la condena social… Y paradójicamente, incrementan la sensación de soledad estando acompañados. Sé sincero contigo mismo/a: ¿quieres seguir en dónde estás?, ¿hay chances de remontar ese vínculo? Para resolver estos temas hay que atreverse a enfrentar la verdad, que puede ser dolorosa.

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· ¿Sientes que «no puedes vivir sin su compañía»?. Si este es el caso, es probable que lo que sientas, más que un sano amor, sea apego, la contracara enferma de cualquier vínculo. Si lo / la celas en exceso, si te cuesta generar tus propios espacios y no se lo permites a él o a ella, empieza a revisar tus propias inseguridades. Es probable que necesites reforzar tu autoestima para poder vivir con alguien desde el deseo más que desde la necesidad.

· ¿Sientes amor además de deseo? Cuando la pasión entra en juego suele ser muy difícil distinguir qué es lo que realmente alimenta a una pareja. Si lo sexual es el único punto de conexión verdadera, es probable que haya un déficit en el diálogo, proyectos conjuntos, etc. Y sea la ausencia de esos aspectos tan importantes lo que dispare tus sentimientos de soledad.

· ¿Sientes angustia o abandono? Trata de analizar en qué situaciones se disparan estas sensaciones, si son frecuentes o sólo tienen correlato con tus propios estados de ánimo. Muchas personas acarrean historias familiares o escolares de exclusión, de no sentirse comprendidos, acompañados, etc. Y aunque su pareja se brinde por completo, nada les alcanza porque no han trabajado en sí mismas esos aspectos.

· ¿Te sientes bien contigo, con tu trabajo, con tus elecciones? Para poder establecer relaciones nutritivas, éstas deben alimentarse de sanas individualidades. Y para ello, debes trabajar tu propia historia. Muchas personas compran la fantasía de que otro va a venir a completarlos. Nadie completa a nadie, una pareja son dos individualidades, dos historias, que vienen a complementarse en un proyecto común.Una pareja no se constituye desde una adición de dos soledades sino desde una suma de dos plenitudes.

· ¿Has explorado tu espiritualidad? El encuentro más rico es aquel con el propio ser; recién allí puede uno apreciar la compañía de los demás. Prueba con alimentar tu propia alma, de la manera que elijas: leyendo, meditando, tomando tiempo a solas para la reflexión. Cada quien debe elegir su propio camino espiritual.

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