Tener una cintura minúscula y grandes curvas en el resto del cuerpo se ha vuelto una verdadera moda entre las celebridades.
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Kim Kardashian fue la primera que mostró con orgullo su cuerpo contorneado y sensual, y así han seguido apareciendo otras famosas que persiguen el mismo estereotipo.
La forma de obtener esta figura es mediante un peligroso entrenamiento llamado Waist Training, que consiste en hacer ejercicio con un corsé en la cintura. Tal como lo hacían en la antigüedad, las mujeres que utilizaban apretadas bandas en esta zona para acentuar las curvas y mantener una cintura pequeñísima.
El problema, es que además de ser una técnica muy extrema, tiene dolorosas consecuencias para la salud. Los expertos han alertado que su uso excesivo hace que las costillas flotantes vayan cerrándose por la presión que se pone sobre ellas, comprimiendo los órganos.
Según informan medios internacionales, celebridades como Kim, entrenan cerca de cuatro horas diarias con un corsé especialmente diseñado para ello, lo que propiciaría que la grasa se redistribuya en el cuerpo, dejando la parte del abdomen exenta de adiposidad.
Lindsay Lohan y Jessica Alba también se han declarado seguidoras de esta práctica, que se ha extendido a miles de sus seguidoras y otras mujeres del mundo.