Por: Alexandra Gallegos A.
Fotografías: Getty Images / Diamond Films
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Piensa en esta posibilidad. Un accidente, en vez de terminar con tu vida, te deja otra consecuencia: jamás envejecer. Esta es la piedra angular sobre la que se desarrolla la trama de «El secreto de Adaline», la película dirigida por Lee Toland Krieger y protagonizada por la estupenda Lively, acompañada por Michiel Huisman, Harrison Ford y Kathy Baker, entre otros. «Trata sobre el amor y la pérdida, y lo que significaría tener la posibilidad de vivir eternamente», dice la actriz. Bendición o maldición, la historia lleva a la reflexión que la vida transcurre como debe ser, es decir, vivir rodeada de seres queridos, estar y partir con ellos; ese el orden perfecto y el único que conocemos pero, ¿estamos preparadas para que «algo» nos haga vivir eternamente?
Blake Lively –actualmente rostro de L’Oréal Paris y embajadora del perfume Premiere, de Gucci– debutó en el cine el 2005 con la película «Un verano en pantalones» (The Sisterhood of the Traveling Pants), papel que volvió a encarnar en la secuela. También estuvo en «Linterna verde», «The Town» y «Savages», pero donde se hizo realmente conocida fue en televisión. Recordemos que encarnó del 2007 al 2012 a la inolvidable Serena van del Woodsen en la exitosa serie «Gossip Girls». Y desde el 2014, además de actuar, es una pequeña emprendedora, ya que es la dueña de Preserve, un sitio de internet dedicado a difundir el trabajo de los artesanos norteamericanos y sus productos.
Sobre su vida íntima, pese a que aún no hay fotos oficiales, sí sabemos que el 31 de diciembre nació su primera hija, James; que junto al actor Ryan Reynolds conforman una de las parejas más atractivas de Hollywood; que se casaron en secreto en otoño de 2012, en una ceremonia íntima en Carolina del Sur, y que mantuvieron el embarazo en secreto hasta los casi 7 meses, ya que recién en octubre del 2014 la actriz calforniana de 27 años subió una foto y una carta al Instagram de Preserve.
Ella es Adaline
Adaline Bowman nació a principios del siglo XX, y nunca imaginó que viviría para ver el comienzo del siglo XXI, hasta que algo casi mágico la salva de la muerte y le otorga eterna juventud. A los 29 años, Adaline deja de envejecer y experimenta la vida como ningún otro ser humano ha podido hacerlo jamás. Este increíble giro del destino la lleva en un viaje único que se extiende durante décadas, viviendo la vida y el amor a lo largo de todas las transformaciones globables, dos guerras mundiales, los movimientos sociales de los años sesenta hasta las comodidades de nuestros días. La única que sabe su secreto es su hija, quien no es inmune al paso del tiempo. Cuenta Blake Lively que cuando leyó el guión por primera vez supo que estaba frente a una gran aventura y una historia de amor eterno. «No podía dejar de leer, era como una novela maravillosa. La historia es romántica, poética y única a la vez».
Contada desde el punto de vista femenino, se fascinó con la idea de que una mujer pudiera experimentar tanto, y tan intensamente, durante los siglos más diversos de la historia de la humanidad. «Su vida abarca cien años, y en este tiempo Adaline experimenta el amor, la pérdida, el dolor y la dicha», añade.
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«Dentro de la película hay tres tipos de historias de amor diferentes», continúa. «Hay una historia moderna, entre un hombre y una mujer; también una historia de amor más compleja, que descansa en el pasado de Adaline y que resurge en el presente. Y además hay una profunda y conmovedora historia de amor de una madre y su hija. La vida afectiva de Adaline es un viaje sumamente maravilloso. Nunca antes me había encontrado frente a un tema que se enfocara en la belleza de envejecer. En el mundo en el que vivimos hay una obsesión por ser jóvenes y bellas. Me pareció que ésta era una idea muy conmovedora».
Los looks y estilismo
La película recorre cada una de las décadas del siglo, recreando con imágenes y objetos reales los aspectos más destacados de cada una de ellas, incluyendo las diferentes tendencias que evocan tanto el pasado como el presente. Desde vestidos de gala a ropa de trabajo de todos los días, todo lo que el personaje protagónico luce fue cuidadosamente seleccionado y diseñado por el diseñador de vestuario Angus Strathie y su equipo, con la mirada puesta en la moda y en la narrativa.
El director, Lee Toland Krieger, reconoce que el trabajo de Strathie debe ser el más complejo de todos. «Creó unos 50 looks para Blake. No descansaba hasta lograr cada detalle de cada época correctamente, incluso los días en los que teníamos cincuenta o sesenta extras en vestuario de época». Para mantener a Adaline conectada a su pasado, pero anclada en el presente, la vistieron con prendas atemporales que reflejan la sensibilidad que el personaje cultivó a lo largo del siglo. «Queríamos darle un toque retro a todas sus prendas, para resaltar que Adaline es un alma vieja», dice Strathie. «Parece contemporánea y joven, pero tiene la esencia de alguien que ha estado aquí por cientos de años. Jamás ha dejado de comprarse ropa, pero cuando lo hace se inclina por el estilo de ropa con el que creció. Siempre luce elegante, pero no llamativa. Una mujer de su generación querría lucir elegante y centrada, pero jamás tratando de llamar la atención. Una mujer que nació en 1908 jamás haría eso», explica el diseñador. «Adaline escapaz de mezclar un blazer de los años 20 con un sweater de los 60 y una pollera contemporánea, más zapatos de los 50 o 30 y una cartera de los 40. La mezcla de estilos se convirtió en su look personal; su guardarropa le da una sensación de seguridad».
Conocida por su estilo elegante, Lively ya tenía una imagen del guardarropa de Adaline en su cabeza incluso antes del casting para la película. «Creo que planée la forma de entrar en el equipo», confiesa la actriz. «Para la reunión con Tom Rosenberg (uno de los productores) me puse un vestido que pensé que era muy del estilo de Adaline, porque me recordaba un vestido de mi mamá: azul grisáceo con delicados lunares blancos. Cuando me lo puse me sentí Adaline. Más adelante, Tom me dijo, ‘cuando entraste pensé, ‘¡ésa es Adaline». ¡Mi plan funcionó!».