Espectáculos

Astenia sexual: conoce más sobre el traspié del deseo femenino

Según algunos estudios, cerca del 50% de las mujeres padece de astenia sexual y, sin duda, esa apatía no sólo la afecta a ella, sino también a su pareja y entorno familiar. ¿Qué gatilla esto?

 

PUBLICIDAD

 

Imagen foto_0000002220140529215117.jpg

 

Por Karen Uribarri Guzmán

Definida científicamente como astenia sexual, el cansancio en materia de relaciones íntimas es considerado incluso parte de las conocidas disfunciones que podría sufrir una pareja. «Llevamos más de tres meses sin tener sexo, y la verdad es que no tengo ni ganas de intentar dar vuelta la situación. Tengo demasiados problemas como para más encima preocuparme por cuántas veces me acuesto con mi marido», se quejaba suspirando una auditora que llamó hace unos días a una radio para confesar su drama. La ausencia de sexualidad con su pareja la había distanciado tanto, que ahora incluso no tenía fuerzas para traerlo de regreso a sus brazos. Él, incluso, ya sufría de problemas de erección, los que atribuía esta mujer a una ausencia de deseo hacia ella. En este embrollo de emociones y actuares salió el tema de la astenia sexual, y de cómo puede transformarse de una enfermedad individual a una patología de pareja. Un problema serio, por supuesto, que puede llevar al distanciamiento total de los protagonistas.

¿A qué se le llama astenia? «En todas estas descripciones, uno de los elementos fundamentales ha sido siempre el desgano, la falta de motivación para hacer las cosas, y la astenia, el cansancio tanto síquico como físico. Esto ocasiona un círculo vicioso, el cansancio que imposibilita la acción o la dificulta, también lleva a la pérdida de deseo para realizar esta acción», dice el sexólogo Enrique De Rosa. Por lo mismo la depresión, la ansiedad y la astenia muchas veces están ligadas entre sí. Ahora bien, esta fatiga está relacionada a todas las áreas de la vida, pero que en esta oportunidad centraremos en lo que a materia sexual se refiere, es decir, cómo repercute en la vida la falta de energía sexual. «Existe en los últimos tiempos un fenómeno respecto al incremento del estrés en relación a situaciones de crisis; se refiere a la aparición de signos importantes de astenia, particularmente en lo relativo a la sexualidad en individuos jóvenes, inclusive de 25 y 30 años. Estos pacientes llegan en muchos casos con una variada automedicación que incluye el sidenafil, vitaminas y estimulantes de diversos tipos», aclara el especialista.

En casos en que está la presencia de la temida astenia, la sexualidad pasa a ser una carga para el individuo más que un foco de placer y energía (producto de las endorfinas), es decir, el sexo se transforma en una «tarea marital». En este contexto, en los hombres se produce consecuentemente problemas de erección, aumentando aún más el estrés y por ende, la astenia.

PUBLICIDAD

 

El deseo ya no es el mismo…, dicen
El tema de la baja del deseo sexual femenino es un asunto mundial, y muchos estudios han sondeado qué ocurre en los diferentes países con este desinterés femenino que tanto afecta a las parejas.

Por ejemplo, en diciembre de 2012 se hizo pública la encuesta Habits, en España, y sus resultados fueros impactantes. Casi un 50% de las españolas consideraba muy importante mantener una vida sexual activa, pero sólo el 34% (entre los 23 y los 49 años) se confesó satisfecha con ella. Situación que reafirma el estudio Preside, elaborado a partir de las respuestas de 30 mil mujeres, y en el que la mayoría de ellas confesó que no les preocupa ni les causa malestar no tener deseo sexual.

¿Pero por qué ocurre todo esto? Al parecer el deseo sexual después de los 2 años de relación estable baja considerablemente, sobre todo en las mujeres. Pero más allá de eso, por motivos biológicos, sicológicos y sociales, la mujer tiene más razones para poner un freno en sus encuentros íntimos. Esto es lo que hace que las mujeres parezcan menos predispuestas al sexo.

Somos diferentes a los hombres, en eso no cabe duda. Tanto por naturaleza como por una cultura que nos ha formado de un modo determinado. Ese rol sexual asignado a cada mujer, ese estereotipo, es tan difícil de sacar, que muchas ni lo intentan y se resignan.

¿De quién es la culpa? Del estrés, del cansancio, de nuestros multi-roles, de los problemas económicos, de nuestros kilos de más, de la poca colaboración de terceros en casa, del problema que tuvimos en el trabajo… Todo atormenta la mente femenina y, consecuentemente, su capacidad de desconectarse y acceder al placer con todos sus sentidos. Y si a eso le sumamos un factor importantísimo, como es la desconexión con la pareja, el asunto es preocupante. En el mismo estudio de Habits se descubrió que más del 80% de las mujeres que sufrieron baja del deseo sexual causaron a la rutina como gestor de su aburrimiento.

Los expertos, además, coinciden en que problemas relacionados con el déficit hormonal, disfunciones en los órganos genitales, determinadas medicaciones, depresiones, estrés, etcétera, provocan apatía en las mujeres. Pero también los problemas de pareja y la insatisfacción con la relación apagan el deseo, porque un buen número de mujeres no siente esa pereza sexual en general e indiscriminadamente, sino dentro de su relación.

Es importante destacar que para lograr solucionar el problema de la fatiga sexual, es necesario estar consciente de que se tiene y de que se desea hacer algo por combatirla. Luego, recurrir a un sexólogo, quien abordará el tema desde un nivel sicoterapéutico individual, vincular y sexológico. Este deberá, además, descartar las múltiples causas de las disfunciones sexuales y de la astenia de causa orgánica. «La idea es que el diálogo se pueden abrir aspectos insospechados, historias no contadas, y la relación de cada persona respecto a qué es y de qué se trata esto de la sexualidad. Las concepciones, las cogniciones, las creencias, pueden ser la base de una vida sexual poco motivadora, y también ser parte y origen en esta pérdida de gusto, placer o goce por aspectos vitales; quizás todo esto se exterioriza sólo por la astenia, o una demanda de performance sexual».

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último