“Femme fatale” es el término que se les designa a todas esas chicas que se basan de su atractivo sexual para valerse por sí mismas. Incluso, en los casos más glamurosos, se les llama así a las chicas de las películas de acción: desde las acompañantes de James Bond hasta las “ángeles” de Charlie.
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Sin embargo, en la vida real, muy poca seducción peligrosa hacia gánsters árabes puede ocupar una mujer. Ya mucho menos hablar de una chica que ni siquiera está en sus veintes.
La seducción, entonces, pasa a segundo plano como un superpoder del que estas chicas se valen para conseguir lo que quieren. Pero incluso desde muy temprana edad.
Por parte de la literatura, con Lolita, a la que podríamos considerar como la más famosa de Nabokov (y mi libro favorito), nos narra la historia de una chica de alrededor de 12 años que se basa de sus poderes de seducción para manipular las cosas a su favor. Enamorando eróticamente a un joven profesor (y su padrastro), Dolores Haze lo embarca en una aventura en la que ninguno de ambos saldrá ileso de tan bizarra pasión.
Lo que caba destacar aquí es precisamente la edad de Lolita: 12 años. A los 12 años en que una chica apenas entra la pubertad, ésta ni siquiera llega virgen a los brazos del tan atormentamente enamorado (¿o erotizado?) profesor llamado Humbert Humbert. (Perdón por el breve spoiler.)
Pero el movimiento literario de los expatriados (que es donde fue clasificada la literatura de Nabokov), poco tendrá que ver con la época del siglo XXI en la que actualmente nos desenvolvemos. Actualmente las niñas de 12 años perdiendo la virginidad no nos exalta tanto, ya que lo vemos incluso en campañas publicitarias.
Sin embargo, en mi elección la representante de las filles fatales que ha cautivado a millones en audiencia es Elizabeth Stonem, mejor conocida como Effy.
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En la serie Skins, la vemos a los 14 años como una chica problema: usando drogas, abusando del alcohol en fiestas y valiéndose de la tentación sexual que ejerce en los chicos no sólo de su edad, sino de la edad de su hermano mayor.
A Effy la vemos en la serie luciendo comúnmente blusas que le cubren poco más de la ropa interior, la vemos teniendo sexo con más de un chico en el mismo capítulo y, sobre todo, drogándose más de una vez en el mismo capítulo. No obstante, con el paso de las temporadas (y la audiencia), en la serie logramos ver un lado muy humano de Effy Stonem. Logramos verla enamorada, enojada, nostálgica y atormentada por la muerte de alguien muy cercano a ella. (¡Casi volvía a lanzarles un segundo spoiler!)
Dentro de la serie, desde luego, la mayoría de las chicas están en la misma situación que Effy (si bien el contexto del personaje le hace tener una mayor fortaleza a ella). La trama de Skins va precisamente del libertinaje underage en el Reino Unido.
A diferencia de Lolita, podríamos mencionar que tanto Effy como las demás chicas demuestran tener emociones de tristeza, enojo y enamoramiento. Como cualquier chica.
Entre otras de las pioneras de estas filles fatales, nos encontramos con una cuyo nombre lo dice todo: La pequeña pícara.
Esta “pícara” ayuda a su padre a estafar a la gente con la excusa de pagar la renta. Aunque en la película nos lo muestran de un modo cómico e incluso romántico, no olvidemos que la chiquilla hipotéticamente no se estará forjando el mejor futuro.
Por último, otra chica que comprueba el dicho que “de tal palo, tal astilla” es el breakthrough de Jennifer Lawrence en Winter’s Bone, en donde Lawrence deberá encontrar a su padre, un peligroso criminal, entrando en la misma mafia.
¿Y ustedes qué opinan de las filles fatales? ¿Pícaras o peligrosas?