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La felicidad del amor reporta un sinnúmero de beneficios que los solteros no tienen la posibilidad de disfrutar. Pero no todo lo que brilla es oro, de acuerdo al artículo «Siete maneras en las que el amor conyugal puede dañar tu salud», publicado en elconfidencial.com.
Según la publicación, los médicos tienen algo muy claro: nuestra pareja tiene un impacto en nuestra salud para lo bueno y para lo malo. Los solteros, de hecho, tienen mejor salud que los divorciados, los viudos o aquellas personas que mantienen una relación inestable. Y, aunque las parejas felices son más saludables en algunos aspectos, tienden a empeorar en otros. Veamos:
1. Sobrepeso
Una revisión de estudios publicada en 2012 en el Journal of Obesity fue clara al respecto: de media, la gente que se casa gana peso, y la gente que se divorcia, lo pierde. La conclusión tiene cierta lógica: en las relaciones largas las partes se descuidan, pues el incentivo que tiene mantenerse en forma para ligar desaparece, pero, además, muchos casados incurren en hábitos sedentarios que no tenían de solteros.
No obstante, la relación entre pareja y sobrepeso puede invertirse si ambas partes se plantean adelgazar ya que las dietas son más efectivas si se hacen en compañía, y con apoyo, que en solitario.
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2. Estrés
Numerosos estudios han demostrado que las relaciones sexuales disminuyen el estrés, algo que no resultará sorprendente, pero también sabemos que el nerviosismo nos hace buscar consuelo en el sexo. En definitiva, la relación entre sexo y estrés es bidireccional pero, ¿qué hay de la relación entre estrés y matrimonio?
Si un matrimonio es feliz y mantiene sexo con frecuencia (dos asuntos que también parecen estar relacionados) ambas partes estén menos estresadas, pero el sexo no es el único elemento que hace que disminuyan las tensiones. Cualquier tipo de contacto físico con nuestra pareja hace que aumenten nuestros niveles de oxitocina, la famosa hormona del amor, que mejora nuestro humor y hace que disminuyan los niveles de cortisona, la hormona que está detrás del estrés.
La mala noticia es que si el matrimonio pasa por un mal momento ocurre todo lo contrario: las discusiones hacen que aumente notablemente nuestro estrés.
3. Trastornos del sueño
La cama es el epicentro del matrimonio y también el de muchos problemas relacionados con éste, y no hablamos del sexo. Según un estudio publicado en 2007 en la revista Sleep Medical Review, la relación entre sueño y pareja es bidireccional y recíproca: la calidad de la relación influye en la calidad del sueño, y la calidad del sueño influye en la calidad de la relación.
Pero, por muy fuerte que sea nuestro amor, si nuestra pareja tiene problemas de insomnio, ronca, es sonámbula o tiene cualquier otro trastorno del sueño vamos a notarlo. Si ambas partes duermen bien, por el contrario, el hecho de estar juntos puede ayudarles a relajarse. Todo cambia si la pareja pasa por un mal momento, entonces da igual lo dormilones que seamos, la tensión existente perturbará nuestro descanso, en un círculo vicioso que puede llegar a ser fatal.
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