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Es una de las sagas literarias más populares del últino tiempo; sin embargo, «Cincuenta sombras de Grey», de E.L. James ha encontrado varios detractores. Y no se trata sólo de aquellos que critican su escritura, sino también de investigadores estadounidenses, que a través de un estudio han determinado que la obra promueve el acoso y la violencia contra la mujer.
La investigación, citada recientemente en un artículo en la revista Journal of Women’s Health – publicación oficial de la Academia de Salud de la Mujer en EE.UU.- fue realizada por profesionales de la Universidad Estatal de Ohio, concluyendo que la trilogía de libros contribuye a perpetuar el problema de la violencia de género.
Según informa elmundo.es, los investigadores llegaron a tal conclusión tomando como referencia los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) sobre violencia interpersonal y las reacciones asociadas que se producen.
De este modo, determinaron que la figura femenina de la novela, Anastasia, sufre un daño como consecuencia de su relación con Christian, el protagonista masculino. «Las interacciones de la pareja son emocionalmente abusivas, caracterizadas por el acoso, la intimidación y aislamiento», reza el estudio.
Consultada por elmundo.es, la principal autora del estudio, Amy Bonomi -investigadora del Departamento de Comportamiento Humano en la Universidad de Ohio-, señaló que «el análisis identificó patrones de la obra que reflejan de forma omnipresente la violencia en la pareja. El abuso emocional está presente en casi todas las interacciones». Como ejemplo, mencionó que Christian sigue y persigue a Anastasia, aparece en lugares inusuales, utiliza un teléfono y el computador para rastrear su paradero, la intimida, y la aísla, limitando así su vida o contactos sociales.
Además, sostiene que él inicia la mayoría de los encuentros sexuales cuando está enojado y que Anastasia, por su parte, «presenta reacciones típicas de las mujeres maltratadas, como la de una constante amenaza percibida, la identidad perdida y la ansiedad». A su juicio, la protagonista «pierde su poder y queda atrapada en la relación».
«Tenemos que estar en sintonía con la manera como las mujeres son tratadas en los libros y películas, y como por ejemplo, la cultura popular puede perpetuar estas normas violencia de género», dijo Susan G. Kornstein, MD, editora de la revista Journal of Women’s Health.