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Segundo semestre: sicóloga aconseja cómo enfrentarlo para mejorar rendimiento y conducta

Las vacaciones de invierno llegan a su fin y, con ello, el desafío de ayudar a los niños a lograr mejoras en su rendimiento y conducta escolar, con el fin de concluir exitosamente el año.

 

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Después de unas semanas de descanso, los escolares vuelven a clases, muchos de ellos con la presión de obtener mejores calificaciones y enmendar algunos problemas de conducta. ¿Qué rol jugamos los padres en este proceso? Uno muy importante, según dice la sicóloga Teresa Izquierdo, coordinadora del Programa Aprender en Familia de Fundación CAP, quien nos entrega valiosos consejos:

¿Sirve el cambio de semestre como un «segundo tiempo», donde los niños puedan mejorar su desempeño escolar, ya sea en las notas o conducta?  ¿Les ayuda a ellos las vacaciones a hacer un cambio, un quiebre en ese sentido?

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Después de un semestre académico, las vacaciones de invierno son un período de descanso para los niños, permiten tomar fuerzas y recargar energías para la segunda parte del año. El tiempo de vacaciones es un excelente espacio para que nos relacionemos con otras áreas de nuestros hijos, su mundo afectivo, social, intereses y entretenciones que ayudan a mejorar la relación con él y admirarnos de su crecimiento. Son en las vacaciones de invierno en que muchos niños aprenden a jugar naipes, a cocinar, a andar en bicicleta, a conocer nuevos amigos, primos, a idear en qué entretenerse… Las vacaciones de invierno representan también la pausa necesaria en el ajetreo intenso del año, para detenerse y partiir de nuevo.

 

¿Cómo pueden apoyar los padres a los hijos que tuvieron malas notas, para que remonten su promedio en este segundo semestre?

Comenzar un semestre nuevo, puede ser una muy buena oportunidad para «empezar de cero».  Renovar el propósito de lograr mejores resultados, de descubrir y desarrollar nuevas amistades, de comprometerse en actividades escolares , iniciar nuevos talleres … son todas metas que todo niño puede soñar. Para eso necesita que los padres lo apoyen y le den el ánimo que requiere para emprender de nuevo. Los alumnos necesitan que los padres renueven sus confianzas y esperanzas en lo que sus hijos/as pueden lograr.

Es importantísimo que los padres no «se queden pegados» en el semestre que pasó, y que no le recuerden a cada momento sus fracasos. La vuelta a clases es un momento para renovarse y motivarse con nuevos desafíos, renovar el estuche, poner al día los materiales, establecer nuevos acuerdos de horario de estudios, talleres y metas.

Sólo ayudándolo a confiar en sí mismo y en sus propias habilidades él se atreverá a enfrentar desafíos académicos, sociales y emocionales.

 

En el caso de los niños con problemas de conducta, ¿qué estrategia podrían tomar los papás para ayudarlos?

Si lo que queremos es subir las notas o tener un cambio en la conducta, las vuelta a clases es una buena oportunidad para hacer un análisis de los aspectos que lograron y los que fallaron en el primer semestre. En conjunto, los padres y los hijos, pueden reflexionar en torno a cuáles fueron las conductas o hechos que aportaron al buen y mal desempeño, y  plantear nuevos desafíos para  mejorar durante el segundo semestre. Es importante acá considerar los distintos ámbitos de la vida escolar y tener especial cuidado de  equilibrar la responsabilidad del niño, el esfuerzo, sus talentos y dificultades. El niño debe volver a recuperar su autoestoma y confianza en sí mismo para poder proponerse nuevas metas, Si un hijo no se siente capaz, difícilmente podrá motivarse y comprometerse a estudiar.  Partir de nuevo  implica  volver a confiar en que, con la ayuda de los padres y del colegio, podrá superar sus dificulatdes para aprender y/o relacionarse.

Para que esta conversación no sea «una lata», y para darle la importancia que queremos, es recomendable hacerlo en un espacio cálido, pero serio a la vez, y destinarle el tiempo necesario.

 

¿Sirve tomar propósitos, hacer tablas de compromiso, ofrecer premios según metas cumplidas, etc, al iniciar este periodo?

A partir del ejercicio anterior, se recomienda establecer compromisos en conjunto. Esta es una estrategia que puede ayudar mucho para lograr los cambios que esperamos. Los compromisos para el segundo semestre deben definirlos ambas partes. Si el niño siente que fue la mamá o el papá quien los decidió, no sentirá la misma responsabilidad que sentirá si él o ella tiene voz en los acuerdos que se toman. Es fundamental que los compromisos establecidos se sigan y se recuerden durante todo el semestre.

 

¿Algún antecedente más que te parezca comentar sobre este tema?

El que el estudio sea una responsabilidad de los niños, no implica que no se les pueda reforzar cuando se esfuerzan y cuando obtienen logros. En este sentido, es importante que el cumplimiento de los compromisos asumidos se asocie a un refuerzo positivo que estimule la conducta deseada.

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