Espectáculos

Un poco de miel, un poco de miel no basta… ¡Despierta Cerati!

Para todos aquellos que se han tomado la vida con un poco de Soda… Stereo.

Pocos días después de que Gustavo Cerati sufriera un 15 de mayo de 2010, un ataque isquémico (accidente cerebrovascular) tras su concierto en Caracas, un “error” permitió filtrar la  determinante y para muchos “lapidaria” portada del líder de Soda Stereo realizada por el Clarín: “Gracias Totales”

Su clásica despedida, se convertía en el  enunciado perfecto para decir hasta siempre al ídolo de la música no necesariamente, tan ligera. Sin embargo, luego de dos años, su sitio oficial sigue dando signos de su crítica, lenta, pero clara vitalidad sin sobresaltos. Es más, piden no hacer caso a los rumores más desalentadores ni a este mundo de quimeras.

Todo este ojo de la tormenta, provocó el llanto eterno de mi prima mayor -contempóranea de las groupies de Cerati- Si hasta por Facebook me enteré que viajó a Buenos Aires para dejarle Flores. ¿¿¿No habrá sido mucho???

En un principio eso pensé, pero después de dar vueltas en la caja  de los tesoros vintage y encontrarme con varios cassettes de Soda, me di cuenta que de alguna manera esta noticia también estaba afectando mi historia, sobre todo cuando tu infancia se llenó de la influencia musical de tus hermanos, primos y familiares (en su mayoría, ochenteros).

Ya que no tengo cassettera no pude escucharlos, pero apliqué el bien ponderado Youtube y dediqué gran parte de aquel día a la vocecilla del aludido. Y es que para mí, Cerati tiene un poco de todo. Recuerdos, estados y sobre todo Soda Stereo.

Es el recuerdo de aquellas fiestas con jugo, donde la mejor parte estaba dada por el furor del Rock Latino, cantando a todo pulmón y moviendo ambas patitas al ritmo de “Te hacen falta vitaminas” o “¿Por qué no puedo ser del Jet-Set”.

Es ver la cara cuica de un imbécil Axel Schumacher, rompiéndole a El Duarte, su preciado cassettito pirata de Los Prisioneros -por contestatarios y pocos cool-, en una exquisita teleserie  llamada Fuera de Control.

Es ver a un par de gemelos chilenos y televisivos, antes de usar tu propia cabeza como un revólver.

Es la exquisita panza de Cecilia Amenábar llevando para llevar.

Es una fogata en la playa, con fieles amigos que nunca más verás en tu vida luego de que Cae el Sol.

Es un sábado a millón de años luz de casa. Un Séptimo día. Un acento argentino. Un mísil en el placard, Un llorado Té para tres, una maldita Persiana Americana, un sexy Entre canibales y un orgasmo …entre tus piernas.

Es letra, voz y registros.

Bajo este contexto, no está de más decir que entiendo a mi prima y su lloriqueo y que también, con toda la fuerza de mi corazón, deseo que algún día, por fin despierte… -aunque todavía siento que fue como “musho” pegarse el pique a las Argentinas-.

Pero claro, si Lennon volviera a morir, creo que yo también lo haría.

Aquí uno de los favoritos y en la versión favorita ¿Cuál es el tuyo?

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