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También las participantes cambiaron el color de los mazos y los diseñaron con estilo personal en tonos rojos y negros y utilizando distintas técnicas.
El objetivo fue crear una baraja exclusiva dentro de una caja de madera, convirtiendo la obra también en un elemento funcional como juego de mesa y objeto decorativo.
La muestra consta de 54 grabados de cartas enmarcadas, una instalación con las planchas trabajadas y otra con las doce cajas de naipes restante.