Ecuador

El amor de una madre que salva vidas: La batalla de Cynthia Viteri por la salud mental inspirada en su hija Renatta

Creó la fundación Juntos Hacemos Futuro inspirada en la vida de su hija Renatta, diagnosticada con depresión desde los 9 años.

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Cynthia Viteri.

En un emotivo encuentro realizado en la Fundación Juntos Hacemos Futuro, Cynthia Viteri, conocida figura pública en Ecuador, nos abrió su corazón para revelar la profunda historia personal que la motivó a dedicarse a la salud mental, un tema que hoy se posiciona como una crisis silenciosa en el país y en el mundo.

Más allá de la esfera política, Cynthia desveló su lado más humano y vulnerable: la lucha diaria y la resiliencia forjada a partir del diagnóstico de depresión severa de una de sus cinco hijos, Renatta.

Un ‘angelito que nació con las alas rotas’

Su angelito con las alas rotas

Cynthia Viteri confesó que el catalizador para la creación de su fundación en 2018 fue su propia hija, a quien describe con profundo afecto como “un angelito con alas rotas”.


Renatta, hoy de casi 25 años, fue diagnosticada con depresión a la temprana edad de nueve años. Su vida siempre estuvo marcada por una profunda calma, casi inmovilidad, que se remonta incluso al vientre. La explosión de su enfermedad, sin embargo, se desató en un entorno escolar hostil, marcado por el bullying y una estricta maestra que trataba a los alumnos como “una masa y no como individuos”.

Viteri recordó el doloroso momento en que vio la soledad de su pequeña: “Me paré lejos a la hora que tocaban el timbre y veo todas las niñas salir corriendo... y al último salió mi hija chiquitita con sus dos moños arrastrando su lonchera, pero una soledad que me impactó“.

La situación se tornó crítica un día de abril de 2010, cuando Renatta comenzó a gritar, llorar sin sentido y a manifestar comportamientos incoherentes.

El relato de Viteri sobre la depresión es crudo y honesto, buscando eliminar el estigma. Lo describe como una batalla titánica que los pacientes enfrentan a diario, comparando su día a día con nadar en un vasto océano sin ver tierra:

“Para ellos es un reto diario, ellos nacen cada día y se enfrentan a la vida, pero como que si fuera un océano en el que ellos tienen que nadar. No ven tierra a la vista jamás, se enfrentan así todos los días y llega la noche y es un triunfo".

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Poema de Renatta dedicado a su mamá.

Cynthia compartió el terror de descubrir, en varias ocasiones, que Renatta se había autolesionado. Su misión diaria se convirtió en una constante lucha por la supervivencia de su hija:

“Para mí cada día me despertaba era para lograr que ella viviera ese día y dejarla dormida esa noche, sana”, confesó.

A lo largo de los años, Cynthia recorrió hospitales, neurólogos, endocrinólogos, psiquiatras y psicólogos en Ecuador, Brasil, Perú, Argentina y Estados Unidos, buscando respuestas para la prueba y error de la medicación. La respuesta de Renatta era desoladora: ella no quería vivir, solo se quedaba para no causarle dolor a su madre.

El dolor usado como arma

Uno de los momentos más duros para Cynthia llegó durante su período como Alcaldesa de Guayaquil cuando Renatta suspendió el tratamiento de golpe y sufrió cuatro convulsiones seguidas.

La crisis ocurrió en pleno COVID, y Viteri se vio obligada a manejar la salud de su hija en un contexto de altísimo riesgo hospitalario.

Reveló con dolor que, mientras ella luchaba por salvar la vida de su hija, su situación fue utilizada maliciosamente en su contra, políticamente.

“Todo mi dolor lo utilizaron en contra, políticamente en contra”, recordó.

El momento más crítico fue la temida quinta convulsión. “Yo recuerdo que me tiré al piso de rodillas y fue el momento creo que más duro de mi vida. Le rogaba a Dios que no se me la lleve".

Viteri jamás olvidará la humanidad de una neuróloga ecuatoriana que, arriesgando su vida en plena pandemia, fue al hospital a atender a Renatta, evitando la terapia intensiva.

Renatta, un resurgir con esperanza

Hoy, la historia de Renatta se ha transformado en inspiración. La joven, que estudia Psicología en la Universidad Casa Grande, se ha convertido en una experta en su propia enfermedad, aprendiendo a manejar su organismo a través de la alimentación, el ambiente y el conocimiento de los neurotransmisores.

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Renatta.

“Ella se estudia a sí misma. El cerebro es el único órgano que se estudia a sí mismo. Y ella es su caso de estudio", relató Viteri con orgullo.

Recientemente, Renatta demostró la madurez de su proceso al asesorar, con serenidad y conocimiento, a los padres de una niña de 10 años que sufría una crisis similar.

A través de la experiencia personal, Renatta les dio indicaciones precisas, incluyendo la técnica de “abrazar y apretar” para generar presión y calma, demostrando que su vocación es ayudar a los heridos a sanar.

“Juntos Hacemos Futuro”

La experiencia vivida por su hija es la fuerza motriz de la Fundación Juntos Hacemos Futuro, cuyo objetivo principal es la salud mental a través de la psicoeducación y la conexión con ayuda profesional.

La fundación sirve como un puente para conectar a personas que necesitan apoyo psicológico con una red de psicólogos voluntarios que ofrecen sus servicios de manera gratuita.

Los casos llegan a través de plataformas digitales y son vinculados a los profesionales para recibir terapia sin costo.

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