Imagínate tener que elegir entre un plato de comida o un cuaderno. Imagina querer aprender, pero no tener ni una mochila donde guardar los útiles escolares. Eso viven cientos de niños, niñas y adolescentes en las comunidades rurales de Ecuador.
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Desde esa realidad nace “Una Mochila, Un Sueño”, la nueva campaña de la Fundación Jonathan, que no solo recoge útiles escolares, sino que entrega dignidad, amor y oportunidades. Porque cuando una niña recibe una cartuchera, recibe el mensaje de que su educación importa.
¿Por qué esta campaña toca el corazón?
La Fundación Jonathan trabaja incansablemente por el bienestar de los más vulnerables: niños con discapacidad, adolescentes con enfermedades catastróficas, y adultos mayores que han sido olvidados por el sistema. Y ahora, con esta iniciativa, buscan llevar luz a 1.500 pequeños de sectores como Quito rural, Guangaje, Huarcay, Nono y Cotacachi.
El objetivo es que ningún niño se quede sin estudiar por no tener útiles escolares. Porque sí, los lápices también son armas de empoderamiento, y una mochila puede cargar más que libros, puede cargar esperanzas.

Dona con corazón: lo que para ti es poco, para ellos lo es todo
La campaña estará activa durante julio y agosto de 2025, y tú puedes ser parte del cambio.
¿Qué puedes donar?
Mochilas nuevas o usadas en buen estado, cuadernos, libros, marcadores, crayones, cartulinas, lápices, cartucheras, tijeras, gomas, reglas… En resumen, todo lo que permita que un niño entre a clases con las herramientas que necesita.
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¿Dónde?
- En Quito: Sector El Dorado, Julio Endara N13-103 y Sodiro (frente al ECU911)
- O contáctalos al: 099 991 9881 (WhatsApp) / 0999 71 3078 / 2 545 581
- También puedes escribirles por redes sociales.
Si te organizas las personas de tu trabajo, colegio o universidad, la fundación puede pasar a recoger tus donaciones.
También puedes ser voluntaria: regala tu tiempo, cosecha sonrisas
Hay mil maneras de cambiar el mundo y ser voluntaria es una de las más poderosas. La Fundación te invita a unirte como voluntaria, poner tus manos al servicio de quienes más lo necesitan, y descubrir el poder de la acción colectiva.
Porque ayudar también es un acto de rebeldía contra la indiferencia
Las mujeres hemos aprendido a luchar por nuestros derechos, por nuestra voz, por nuestro espacio. Hoy, tenemos también la posibilidad de luchar por el futuro de los más pequeños. Y a veces, esa lucha comienza con un gesto de amor.
Una mochila puede parecer poco, pero cuando se llena de sueños, puede cambiar una vida entera.