No se trata de ser feminista para defender un criterio muy propio, sustentado en información que muchos desconocen respecto al pensamiento y actuar de las mujeres.
PUBLICIDAD
¿Te ha pasado que vas a una reunión de amigos y empiezan a decir que nosotras estamos locas, que tenemos un carácter de mierda, que necesitamos un exorcismo y que nos parecemos al clima cambiante? Pues a mi un montón de veces y claro ya hasta aburre escuchar lo mismo y lo mismo.
Un día llevé esta pregunta a mi Facebook cuestionándoles: “Chicos en serio creen que las mujeres estamos locas y nos parecemos al clima de Quito? Las respuestas fueron llegando y generando debate de hombres y mujeres, no faltó el que se mofaba y respondía con memes, otros que solo decían q si estamos locas sin ningún argumento, en fin. Pero dos respuestas fueron las que se acercaban más a mi teoría del mundo mágico que esconde cada mujer.
El psicólogo David Sucre puso en un comentario: “No son locas, realmente ustedes manifiestan su ciclicidad”. ¡OMG, que un hombre piense eso es esperanzador!, pensé. Seguía leyendo y una amiga yogui preguntó: ¿acaso no saben que tenemos un gran coctel de hormonas cada mes?.
Ahora la pregunta es para ustedes: ¿saben realmente todo lo que atesora el cuerpo y alma femenina? Estas respuestas las fui obteniendo a lo largo de un taller de ocho meses al ser parte del Camino de las 8 Lunas de la mano de la psicóloga clínica Alexandra Proaño, quien se ha formado para enseñarnos a interpretar nuestro sistema hormonal así como los cambios desde físicos y psicológicos, todos relacionados íntimamente con las fases de la luna, día tras día.
En este sentido, aprendí a conocerme sabiendo que la luna en su recorrido alrededor de la Tierra tiene un ciclo que demora 27,32 días y forma en ese circuito ocho movimientos importantes, que podemos sentir como circulares o en forma de una energía espiralada. He aquí nuestra ciclicidad femenina.
Cabe destacar que cada persona nace en alguna de las ocho fases lunares y aunque no lo creas esto define características importantes en nuestra existencia. Si alguien conoce a fondo esto, especialmente nosotras las chicas que cada mes tenemos nuestra menstruación -misma que guarda secretos increíbles e inimaginables-, nos permite reaccionar más conscientemente en nuestra cotidianidad.
PUBLICIDAD
Desde mi experiencia puedo decirles que autoevaluarme, explorarme, y conocerme me ayudó a descubrirme, conquistarme y amarme con todos los defectos y virtudes que se han almacenado en mi ser por tres décadas.
Ocho Diosas que viven en cada mujer
Las Diosas que habitan cada mes en nuestro ser tienen que ver con las fases lunares. ¿Cuáles son?
Diosa Hécate (En luna nueva)
Está presente en plena menstruación de cada mujer. Estamos con el sangrado luminoso y son aquellos días en que preferimos estar en soledad para conectarnos con lo divino. Son días en que nuestra intuición tienen gran influencia y nuestra sabiduría se va forjando acorde a nuestras vivencias.
Diosa Artemisa (En luna creciente)
Aparece al finalizar la menstruación, cuando nuestra secreción vaginal es color café tierra. En estos días es cuando nos conectamos con el mundo femenina y sientes esas ganas de estar y compartir con tus amigas.
Además el deseo sexual empieza a crecer y buscar innovar con tu pareja. Nos apoderamos de un estado salvaje y libre.
Diosa Atenea (En luna cuarto creciente)
Se hace presente para iniciar la pre-ovulación y ya no hay secreción en nuestro cuerpo. Aquí sentirás mucha energía física y sobre todo, mental.
Intelectualmente estás muy asertiva y conectada con tu entorno, incluso valoras tu trabajo a un nivel inigualable.
Diosa Afrodita (En luna gibosa creciente)
Llega en la pre-ovulación y es cuando experimentamos un alto deseo sexual, por ende nos ponemos más sensuales. Aquí notaremos que nuestra ropa interior está mojada a causa de un moco cervical abundante ya que es el tiempo de fertilidad. Por ende el sexual será demasiado alto porque se dispara la testosterona en nuestro organismo.
Diosa Sarasvasti (En luna llena)
Entra cuando estamos ovulando y se mantiene el flujo cervical. En estos días nos sentimos plenas porque al estar un óvulo listo para ser fecundado automáticamente hay la sensación de plasmar nuestros sueños e ideas. El deseo sexual está en su máximo esplendor y somos mujeres que irradiamos una luz única por ser más creativas y prósperas.
Diosa Démeter (En luna menguante)
Esta Diosa viene en la etapa post-ovulatoria. Es cuando nuestro moco cervical disminuye y es escaso, sin embargo hay sensibilidad en la zona pélvica y los senos. Se mantienen las ganas sexuales y de manera psíquica se despierta la necesidad de cuidar al otro, además fluyen los instintos maternos de hijos o proyectos.
Diosa Vesta (En luna cuarto menguante)
Llega en los días pre-menstruales. Observamos nuestra ropa interior seca y en nuestra psicología asimilamos los problemas y circunstancias para acomodarlos. No tenemos lubricación y disminuye el deseo sexual.
Son días para meditar para trabajar en el orden interno y externo de nuestro ser.
Diosa Lilith (En luna balsámica)
Se mantiene en los días de pre-menstruación. Por lo general aparecen espinillas, el cabello está rebelde al igual que tu genio y cuestionas todas las injusticias. En la sexualidad buscarás ser dominante y tienes una sensación de mujer guerrera que está a la defensiva.
¿Cómo reconocer a mis Diosas?
Puedes acceder al taller integral del Camino de las Ocho Lunas para llegar a tu gran transformación. Esto implica enfrentar esos temores que traían depresión, inseguridad, dificultades con sus parejas, problemas en lo laboral y en lo personal.
Otra alternativa es comprar el maravilloso libro que lleva el mismo nombre. Según Alexandra Proaño, su autora, te nutrirás de ocho capítulos donde muestra exactamente las etapas de nuestro reloj interno para que una persona pueda descubrirse y llegar a esa transformación deseada.
Alexandra, la tallerista , es psicóloga clínica junguiana, con un master en educación, diplomado en femenidad sagrada en la India, terapia del juego en Inglaterra , moon mother, terapeuta Menstrual, Sacerdotiza del templo de Luna, y está cursando un diplomado en sexualidad shamánica tántrica en diferentes cedes en Europa.
Ella y su equipo hacen de cada encuentro un proceso de terapia grupal muy profundo donde con procesos psicológicos y mágicos viven las mujeres transmutaciones poderosas para su vida.
“Desde octubre de 2019, cuando lancé mi libro a las personas que me siguen, se comercializó muy rápido y el contenido que posee fue responsable de cientos de transformaciones exitosas.
A principios de este mes decidí poner a disposición el libro junto con eventos presenciales, online, talleres, cursos, como base para obtener mejores resultados en menor tiempo.
Lo hice porque me comprometí a ayudar a tantas personas interesadas como sea posible, y entiendo que hay muchas personas comprometidas con ese objetivo”, indica.
Si quieres ser parte de este descubrimiento de tu ser ingresa aquí.
Ámate sobre todas las cosas, esto es pensar en ti y darte más valor…
