Por Gabriela Vaca Jaramillo
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«El cuerpo de una mujer es como un violín: se necesita un músico fantástico para tocarlo bien», escribió algún día JD Salinger. Puede que esta frase se cumpla con un buen amante pero si te pones la mano en el pecho ¿reconoces realmente cómo se experimenta un orgasmo? Obviamente la sensación es espectacular por lo que te delata o sentirás que estás llegando al clímax del placer.
Sin embargo, más allá de lo que creas hay sensaciones biológicas que te las contamos para que sepas qué sucede con nuestro cuerpo en este momento tan excitante.
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1) Durante la excitación, ya sea por un estímulo visual o físico, nuestro cuerpo reacciona de una forma visible ya que el clítoris se expande, la vagina lubrica con el fin de prepararse para la penetración, y los músculos internos de la zona genital comienzan a moverse, todo con la finalidad de estar listas para el coito.
2) Puedes disimular cualquier sentimiento pero es imposible hacerlo cuando estás excitada peor aún cuando tu pareja siente que tu temperatura subió y el ritmo cardíaco es más acelerado, motivo por el cual se irriga más sangre en todo el cuerpo y por ende nos sonrojamos, no sólo el rostro sino otras zonas erógenas.
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3) Si la excitación sube, el corazón aumenta sus latidos abruptamente, y esto se refleja cuando tu clítoris, senos o pezones se inflaman y se vuelven duros al tacto.
4) Cuando llega el orgasmo se libera una serie de sustancias que te liberan de la tensión de los músculos, producto de los juegos sexuales y la penetración, y dan paso al placer.
5) Previo a alcanzar el orgasmo, la zona vaginal se llena de sangre irrigada por nuestro corazón, sentimos lo que está a punto de llegar y nos preparamos para disfrutarlo. Cuando llegamos a este éxtasis, las paredes vaginales se contraen brevemente y las pupilas se dilatan, nos entregamos a disfrutar de todas las sensaciones que invaden nuestro cuerpo de forma brusca. Nuestro cerebro libera químicos que nos hacen sentir bien y más cercanas a nuestra pareja y la sensación de disfrute entra en acción
6) Cuando concluye el orgasmo, la sangre que nuestro corazón ha irrigado aún se encuentra en la zona vaginal, por lo tanto el clítoris está en extremo sensible, somo capaces de alcanzar en cuestión de breves minutos otro orgasmo si la estimulación continúa. Las mujeres que pueden lograrlo son conocidas como multiorgásmicas.
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