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Meghan Markle y el príncipe Harry hicieron una aparición inesperada el fin de semana cuando asistieron a la boda de Celia McCorquodale, prima de Harry, en Lincolnshire, Inglaterra. Después de lucir algo apagada en sus recientes compromisos públicos, la duquesa de Sussex nos sorprendió con un vestido estampado azul y blanco de Oscar de la Renta para la ocasión.
El vestido de abrigo ventoso era apropiado para una boda de verano. En la clásica vestimenta real, la duquesa combinaba el vestido con un tocado blanco nevado y un clutch que hacia juego con el resto del atuendo. Los expertos en la moda, además de algunos criticar el atuendo por parecer que lucía envejecida, la compararon con un vestido lucido por la princesa Diana, su difunta suegra.
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En 1986 (cuando Harry tenía solo dos años), la princesa de Gales lució una túnica azul y blanca similar durante un viaje a Arabia Saudita. Su versión del look incluía pantalones blancos, zapatos blancos y pendientes en forma de luna. Daily Mail señala que la cuenta de @loveprincessdiana, fanática de la moda, descubrió las similitudes entre ella y los conjuntos de Meghan.
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El homenaje de Markle a su difunta suegra podría haber sido completamente fortuito, pero no sería un shock si lo hubiera planeado. Se dice que la duquesa de Sussex fue una gran admiradora de la difunta princesa; según los informes, «quiere ser la princesa Diana 2.0», le dijo el amigo de la infancia de Markle al biógrafo real Andrew Morton.
La duquesa también honró el estilo de Diana de varias maneras el día de su boda. Su larga cola fue vista como un tributo a la versión final de la princesa de 1981. El segundo vestido de novia de Markle, con su escote alto, también se consideró una reminiscencia del vestuario de Diana. Incluso tomó prestada una copa de cóctel color aguamarina de la colección de su suegra fallecida también.
