Meghan Markle, la ahora Duquesa de Sussex, lució un maquillaje muy sencillo para su boda con el príncipe Harry el pasado sábado 19 de mayo.
Muchos la criticaron por dejar sus pecas y manchas a la vista, otros la aplaudieron por ser tan natural, pero algunas cuentas fashionistas de Instagram han querido mostrar cómo se habría visto una Meghan más maquillada, con labial, polvo y delineador.
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Incluso, la esposa del príncipe Harry, fue comparada con su cuñada, Kate Middleton, quien el día de su boda lució un maquillaje más marcado.
Pero, con o sin maquillaje lo cierto es que Meghan, quien solo se mostró con una base muy ligera, un toque de bronceador y blush, labios nude con tono rosáceo, cautivó al mundo entero y lució hermosa, radiante y feliz el día de su boda con el príncipe Harry.
Meghan ha pasado a formar parte del núcleo duro de una familia europea llena de autocensura, asesores y reglas por cumplir.
Su imagen de mujer independiente, de fuertes ideales y alejada de todo protocolo real, es sinónimo de cambio y esperanza. Porque a diferencia de Diana y Kate, que aunque no eran realeza, formaban parte de un círculo social bien posicionado, Meghan llegó con sangre de artista, de mujer libre y sobretodo con una formación multicultural.