La talentosa actriz de Hollywood Drew Barrymore parece estar cansada de que todo el mundo se sienta con el derecho de comentar sobre sus curvas y sus kilos. Recientemente puso en su lugar a una fanática quien creyó que estaba embarazada, aunque en realidad sólo está un poco “gorda”.
La incómoda escena de Barrymore y su fanática ocurrió en un reconocido restaurante de la ciudad de Los Ángeles, en los Estados Unidos. La fanática se le acercó y le comento:
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“Dios mío, ¡tienes un muchos hijos!”
En esta posición la afamada actriz se vio en la necesidad de aclarar de manera tajante y fulminante:
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«No estoy embarazada, estoy gorda»
Barrymore salió del establecimiento de comida un poco abrumada ante tal abordaje y tratando de asimilar este tipo de conductas propias de su medio profesional en el que las actrices están sometidas constantemente a juicios sobre sus medidas.
Esta particular escena fue contada por la misma Drew Barrymore en su visita al Late Night de James Corden hace algunos días, cuando asistió para promocionar la segunda temporada de Santa Clarita Diet, serie que protagoniza para Netflix.
De esta manera Barrymore se suma a la lista de actrices de Hollywood que reclaman su derecho a decidir sus tallas, aprovechando la ola de las Curvy Models que se apoderan de las pasarelas de Nuev York y el resto del mundo.
Barrymore comentó a James Corden en su programa de televisión que odia hacer dietas cada vez que le corresponde asumir un nuevo rol actoral para el cine o la televisión. Aunque este no es el caso, pues para Santa Clarita Diet, Drew interpreta a una mujer cuya dieta está fundamentada en la ingesta de carne humana.
Barrymore contra el ‘Fat Shaming’
Drew es una las tantas actrices que se pronuncia contra al Fat Shaming, que consiste en avergonzar a alguien por su peso y que cada día se vuelve más común tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales.
Otras colegas como Halle Berry, Cardi B y la española Úrsula Corberó, protagonista de la exitosa serie ‘La Casa de Papel’ también han sido expuestas por fanáticos o por los medios de comunicación, pero todas han alzado su voz en aras de decidir qué tallas llevar y qué comer.
