Muchas de las luminarias del espectáculo internacional han tenido inicios duros, han salido de situaciones pobreza o de violencia. Como tú o como yo han tenido que sortear varias pruebas para convertirse en verdaderas leyendas de la música.
Una de esas personas es Rihanna, quien viajó a Barbados, de donde es originaria, para recibir un reconocimiento que consistió en que una calle lleve su nombre.
Luego de la condecoración, Riri escribió una carta en la que habló de todas las buenas experiencias que guarda de su niñez, correr descalza, trenzar su cabello en las escaleras, jugar en el cementerio, caminar hacia la playa y robar granadas de el árbol de Sammy, son sólo algunos de los capítulos más divertidos de la vida de Rihanna.
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«¡WESTBURY es más que una comunidad, somos familia! ¡Gracias por todo lo que has influido en mi vida y la mujer que soy!»