Por Karen Hernández
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Kate Middleton ya está más que acostumbrada a hacer actos oficiales junto a su marido, el Príncipe William así como las causas de beneficiencia que atiende sola; ya sabe lo que es posar frente a las cámaras y mover la mano en el aire con gracia para saludar a «los mortales». Sin embargo, algo que parece incomodarle es el hecho de tener que verse siempre bien y tener que proyectar la imagen de mujer perfecta.
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Durante la reciente visita de Kate y Will a Varsovia, Polonia, un grupo de estudiantesse acercó a la Duquesa de Cambridge para decirle que era hermosa y perfecta, pero en lugar de decir «gracias», Kate le dijo a los niños: «Es sólo el maquillaje».
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Kate debe lucir siempre impecable, pero su comentario es una honesta y sutil expresión en contra de un mundo que le dice a las mujeres que no deben mostrar sus «imperfecciones». La Duquesa está más que consciente sobre quiénes la siguen y admiran y sabe que la mayor parte son jóvenes que aspiran a ser como ella, o al menos, imitar su estilo.
Así que sí, fue un pequeño comentario, pero hace una gran diferencia.
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Foto: Getty
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Kate ha buscado adoptar un estilo más natural, alejada de las excéntricas vestimentas, tocados y maquillaje de las princesas Beatriz y Eugenia de York e incluso de la misma Reina Isabel, con la intención de cambiar la percepción de la belleza en la realeza. Kate se cortó el cabello, ha aparecido con vestimentas low-cost, usa vestidos cortos, se agacha y se encarga de sus hijos personalmente cuando hacen visitas oficiales en familia.
No hay duda de que a la duquesa le gusta mostrarse lo más real y honesta posible, tanto que en una reciente visita a Kenia, se mostró poco entusiasmada ante la promesa que hizo su marido de correr un maratón. «Lo creeré cuando lo vea», dijo.
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Y sí, también se ha mostrado bromista, rompiendo el protocolo de seriedad durante una visita oficial a Australia. En aquella ocasión, Kate confesó entre risas, frente a los medios que a veces bromea con William sobre sus vestimentas y que una vez este le dijo que parecía un platáno porque llevaba un vestido amarillo. Kate no pudo evitar regresarle la broma y cuando les mostraron unas piezas de lana, giró hacia William y le dijo «Tú lo necesitas más que yo», refiriéndose a que podría ponersela en la cabeza para cubrir su cabeza calva del frío.
