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Yuyuniz Navas: Cuando practicas Yoga se van las rabias y miedos”

La actriz e instructora de yoga lleva más de 20 años en esta práctica, lo que le ha permitido llevar un estilo de vida muy sano, que recomienda ampliamente. Direcciones: La polar Américo vespucio 1737, malL Plaza Norte. Adidas Originals malL costanera CENTER, local 3129. Adidas malL costanera CENTER, local 4189. Everlast malL costanera CENTER, LOCAL 4187. Nike Parque Arauco, local 120.

Agradecimientos a Hotel Director.
Fotografías: Gonzalo Muñoz. Producción de moda: Mackarenna Claro.
Make up y pelo: Mackarenna Claro.

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Descubrí el Yoga a raíz de que estaba algo estresada. Llevaba mucho tiempo trabajando en Televisión Nacional como actriz, haciendo teleseries una tras otra, entonces, como siempre me gustó el deporte, decidí meterme a un gimnasio a probar distintas disciplinas. Y entre ellas, me fui acercando al Yoga, porque me relajaba mucho y sentía algo especial que no lograba identificar. De hecho, fue precisamente eso lo que me motivó a seguir en esta búsqueda. Quería intentar descubrir qué era lo mágico que tenía el Yoga», señala Yuyuniz Navas, actriz, instructora de esta disciplina y practicante hace 20 años.

¿Cuáles fueron los primeros cambios físicos y sicológicos que notaste al practicar Yoga?
Lo primero es que te hace enfrentar tus frustraciones. Te hace mirarte, entonces, a través del miedo o la vergüenza, te lleva a buscar el camino para descubrirte. Y a niveles sicológicos, te genera mucha calma y unión. Con el estrés del día a día se nos separa la mente de la emoción, pero cuando uno practica Yoga, siente como que está todo unido, y se te va la rabia, se te van los miedos, se te van las inseguridades, empiezas a recuperar tu poder personal y a descubrir cosas que tienes, pero que no habías mirado… Después de mi hija, es lo que me hace más feliz.

¿Cuál de los tipos de Yoga elegiste al comienzo?
Partí practicado Iyengar Yoga con Olga Madariaga, una gran maestra, y se me movieron muchas cosas en el sentido de que te abre la sensibilidad, te pone lúcida y te expande la creatividad. Entonces, como yo en ese minuto estaba preparando una exposición, sentí que era una combinación perfecta entre Yoga y pintura. Como que una cosa nutría a la otra. Y bueno, al año siguiente encontré una amiga que practicaba Ashtanga Yoga y me lo enseñó, pero es una práctica muy diferente. O sea, si bien pueden ser las mismas posturas, los tiempos y la unión entre postura y postura son diferentes. Este es un Yoga mucho más fuerte, como más de fuego y bastante más físico. Así que empecé a estudiarlo y, como justo vino Manju Pattabhi Jois, que es el hijo del gran gurú del Ashtanga, tuve la oportunidad de certificarme con él, por lo que hoy día cuento con esa certificación.

También quieres certificarte en Bikram. ¿Qué nos puedes contar sobre los beneficios y también exigencia de este tipo de Yoga?
Sin menospreciar los demás tipos, porque cada uno es para cada persona y para cada momento, Bikram tiene una particularidad que es la sala caliente. Y la sala caliente hace que la sangre se licue más rápido y, por lo tanto, la irrigación al sistema es mucho más efectiva. Vivimos en un mundo en que no hay tiempo para nada, en que todo es para ayer. Entonces, en esta práctica de 90 minutos, en esa sala caliente, tú puedes tener la conciencia de sentir tu desintoxicación al instante. Y el desafío de trabajar con la mente en el Bikram es también mucho más fuerte, porque está el requerimiento del calor, y el calor de repente te sofoca, te ahoga y ahí está el control mental de comprender que está todo bien. Además, la práctica es muy amable, porque los profesores te van dictando todo lo que tú tienes que hacer.

Hay gente que ha convertido el Yoga en un deporte, pero es mucho más que eso. ¿Cómo incorporas esta disciplina a un estilo de vida?
Cuando tú lo empiezas a practicar y ves a tus compañeros que también lo hacen con tantas ganas, eso te inspira y luego es tu mismo cuerpo el que empieza a rechazar, por ejemplo, las bebidas gaseosas, el cigarro, el alcohol… En ese sentido, es fantástico para dejar malos hábitos, pues ayuda a conectarte contigo, y ese es el primer principio para descubrir un universo de cosas maravillosas.

Hay personas que siguen a un gurú dentro de los maestros del Yoga. ¿Cuál es el tuyo?
Admiro a todos los grandes maestros, como Iyengar, que se nos fue el año pasado; a Pattabhi Jois, y de los más contemporáneos, me gusta Kino MacGregor, que es una discípula de Pattabhi, que hace clases en Los Angeles, Estados Unidos.

¿Tienes planificado viajar a fin de profundizar más en los conocimientos?
Sí, hace un par de años que estoy con las ganas de ir a certificarme en Bikram Yoga, así que espero este 2015 asumir el desafío e internarme dos meses con estas clases. El año pasado fue en Tailandia, quería ir, pero también se hace un poco difícil organizarse por mi hija… Pero claro, tengo toda la intención de certificarme en Bikram.

Haciendo clases a niños, ¿has incluido a tu hija?
Sí, ella va a practicar Bikram conmigo, pero no la obligo y más bien va cuando quiere. Lo que pasa es que al Yoga se llega de más adulto, cuando uno está un poco más calmo y cuando te empiezas a conectar con el espíritu. Mi hija tiene trece años, practica Bikram, pero también quiero que este año empiece a practicar Iyengar en el centro de Olga Madariaga. Yo no soy rara ni nada, pero por ejemplo no tomo bebidas dulces con gas, no fumo, no bebo alcohol, no como harinas blancas, consumo muchas frutas, verduras y legumbres, y mi hija también. Pero sin imponérselo, ella de chiquitita ha preferido ese estilo de vida y también se da cuenta de la diferencia que tiene en su educación, ya sea emocional, física e intelectual, en relación a sus compañeras. Nosotras tenemos hábitos saldables muy diferentes al común de las personas, pero tampoco emitimos juicios de valor.

¿Qué beneficios ves en tus alumnos más pequeños?
Trabajé en un jardín con niños de pre-básica, de 3 a 5 años, que recién estaban tomando control de su cuerpo y que todavía no tenían desarrollado el intelecto. Entonces, los beneficios que ellos manifestaron fueron muchos. Por ejemplo, niños que no entendían órdenes, hoy son capaces de resistirlas; niños que no se quedaban tranquilos, ya pueden hacerlo; o niños que eran inseguros y que tenían miedo a expresarse, ahora tienen una tremenda personalidad. Trabajé cinco años con ellos y los apoderados, te juro que con lágrimas, me agradecían. Pero lo hacían de una forma muy bonita, me decían: «Gracias por mostrarme cómo es mi hijo».

¿Este año vas a dar clases?
En este momento estoy trabajando de manera particular y me pueden encontrar en mi Twitter (@yuyunisnavas) o en mi correo (yuyuniznavas@gmail.com). Más adelante voy a lanzar mi página informando todo lo que estoy haciendo, mis charlas, seminarios y también trabajo mucho con mujeres. La idea es poder compartir todo lo que sé. E independiente de que tenga proyectos en televisión, de repente en cine o cosas que tienen que ver con mi pintura, el Yoga es la madre, es mi proyecto fundamental.

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