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En el día mundial de la bicicleta, ¡súbete a la tendencia y tómate las ciclovías!

De alguna forma y casi sin darnos cuenta estamos dejando de ser una ciudad invadida por autos y locomoción colectiva, todo gracias a los cicleteros que se toman las calles, no sólo para pasear. Mientras algunos piensan que “entorpecen” el paso, otros descubrieron sus beneficios, que se relacionan con la buena salud, el ahorro y el amor a la vida urbana. Este 19 de abril se celebra el día internacional de la bicicleta.

 

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Por Carolina Palma F.

En Dinamarca, más del 60% de sus habitantes se mueve en bicicleta. ¿Un sueño para los santiaguinos? Nada que ver. Un estudio internacional nos escogió como uno de los mejores destinos para hacer ciclo turismo, pese a que algunas personas se sientan invadidas y «odien» cuando las bicicletas se atraviesan en su camino. Para los ciclistas la situación es clara: no basta con educar a los dueños de bicicletas; el problema es que no se consideran un vehículo normado, nadie sabe cómo debe actuar un ciclista, y pocos la ven como un vehículo más que, por ley, debe andar por la calle.

Pese a todo se ha producido un drástico aumento de las ventas. Según un estudio de Falabella, entre 2004 y 2011 subieron 145%. Y con respecto a las importaciones, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) demostró que entre enero y mayo crecieron 41% comparado con el mismo periodo del 2011.

Es un mercado creciente, cada vez con más tecnología, accesorios y comodidades. Para los que aún no se «suben» a la tendencia, resulta importante destacar que no se realiza solamente para mantener un estado físico adecuado –se gastan 300 calorías en media hora aproximadamente– sino que se relaciona con otros ítems más importantes, como ahorrar dinero (unos $30.000 mensuales), disminuir tiempos de viaje y apreciar más el entorno, estar presente.

Amarilis Horta, directora de Bicicultura –www.bicicultura.cl, una organización ciudadana independiente sin fines de lucro que reúne a asociaciones de ciclistas– nos cuenta que si bien en Chile desgraciadamente no se mide el flujo de bicicletas y no hay cifras oficiales que permitan medir el visible aumento de cleteros, éste se puede determinar gracias a mediciones parciales realizadas sostenidamente por la Subsecretaría de Transportes, entre 2003 y 2008, en puntos específicos de Providencia y Ñuñoa. Todo a raíz de la puesta en marcha del plan de construcción de ciclovías para Santiago del Banco Mundial. Dicho cálculo fue retomado por la organización ciudadana Ciudad Viva en alianza con la consultora privada UyT, y arrojó un 11% de crecimiento anual para los últimos 6 años, una cifra sorpredente y que sobrepasa a los otros medios de movilidad. Otro cambio es el perfil del usuario, que se alejó de las personas con bajos recursos, y ahora el segmento ABC1 y C2 prepondera.

Actualmente se calculan que existen cerca de 200 kilómetros de ciclovías en Santiago, y las autoridades prometieron aumentarlas para finales de 2012. Sin embargo, Amarilis explica que no hay más de 100 kilómetros de ciclovías bien construidas en Santiago. «Cuentan todo. Incluyen los kilómetros lineales de parques, los del bandejón central de Américo Vespucio, que es un parque de maicillo; las llamadas ‘pistas recreativas’ muy angostas, zigzageantes, llenas de cortes e interrupciones, subidas y bajadas, que destruyen las bicicletas y alargan el tiempo de viaje. Si vas con mucho tiempo puede servir, pero para una persona que quiera movilizarse con hora al trabajo no representa facilidad, sino una complicación», advierte la experta.

Ciclovías everywhere

Para conocer las distintas rutas existen diferentes opciones. Por ejemplo, Google Maps o  el mapa de Bicicultura www.bicicultura.cl/bicimapa, donde se aprecia que casi todas las comunas cuentan con un trayecto, y que Providencia, Ñuñoa y La Reina son las pioneras, aunque muchas no cumplen con el estándar. ¿Cómo debe ser una ciclovía? «Directa (recta), unidireccional, mismo sentido de la calle, de un metro y medio de ancho, con un piso sólido y liso, y que conduzca a intersecciones reguladas que otorguen protección a los más vulnerables, los peatones y ciclistas», explica Amarilis.

Una de las mejores, según comentan los cleteros, se encuentra en un trayecto muy corto, que va desde Isabel la Católica hasta Américo Vespucio. Otro preferido es el que cruza Pocuro, que se describe como recreacional, pero no es buena para moverse porque es angosta y los cruces se encuentran mal resueltos. Una de las peores es la ciclovía de Dublé Almeyda, en Ñuñoa, debido a su angostura, serpentea peligrosamente entre árboles y postes, pasa por paraderos del Transantiago, es bidireccional en una calle unidireccional con alto tráfico, se interrumpe cada vez que hay una entrada de auto, y no hay fiscalización, por lo que los autos la usan para estacionarse.

Si ya eres una cletera, la directora del centro nos entrega un consejo importante. Si vas por la vereda, debes saber que los peatones no están automatizados como los conductores de vehículos, son personas que se mueven libre, distraídamente, y es imposible pedirles que se mantengan atentos a que pueda venir una bicicleta, por lo tanto, paciencia, tolerancia, y buena disposición hacia al peatón. Y si andas por calle, la especialista confirma que la ciclovía desaparece en la intersección. Aunque tengas luz verde, mira a los conductores a los ojos para cerciorarte que te vieron y que te darán la pasada, si no es preferible esperar.

Sobre próximos tramos, abundan las buenas noticias. Por ejemplo, un proyecto que puede unir comunas tan lejanas como Pudahuel, Cerro Navia, Quinta Normal, Lo Barnechea, Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura el 2013, aunque antes deben analizar ciertos obstáculos relacionados con las construcciones cercanas al río Mapocho. Además, Bicicultura presentó una propuesta al Ministerio de Vivienda que se apresta a modificar la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, en la que proponen medidas concretas para hacer que las bicicletas tengan un espacio propio de circulación en todas las vías del país, como un estándar mínimo. Al parecer, el camino está hecho para que cada vez seamos más en dos ruedas.

 

Dona o recibe una bicicleta

El sitio www.recicleta.cl es de un grupo que busca impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte, a través de la recuperaración de bicicletas abandonadas y llevarlas de vuelta a la calle. Existen diferentes formas de ayudar. Puedes donar una bicicleta que no usas a una persona de escasos recursos (se excluyen las que estén en muy mal estado, pedazos rotos, marcos doblados) o, si cuentas con las habilidades, puedes ayudar a reparar las que donan.  Toda la información al mail contacto@recicleta.cl.

 


Para que no te roben la biciCLETA

En la ciudad se recomienda llevar una bici vulgar, que no llame la atención. Déjala, siempre que puedas, en lugares interiores y ojalá vigilados. La bicicleta tiene tres partes sensibles: las ruedas, el cuadro y el sillín. Para este último puedes llevar un candado fijo atado al transportín o cambiar el cierre rápido por uno que necesite una llave para abrirla, o ambos. Para ruedas y cuadro es conveniente llevar dos candados, al menos uno de ellos de tipo «U» rígida, y fijar el cuadro y las ruedas a un elemento fijo, como un poste. Los candados tipo pitón se pueden romper con facilidad con una cizalla, por lo tanto éste debe ser sólo disuasivo, pero no el candado principal. (Fuente: www.bicicultura.cl)

 

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