Con la reciente muerte de Amy Winehouse, salen a la luz ciertas preguntas. ¿Por qué nadie la ayudó? Me dijeron que era porque en realidad, si ella era adicta, si ella no quería sanarse, nadie podría haber hecho nada. Comprendo que es muy doloroso y difícil ser adicto o tener a un ser querido con una dependencia, y que muchas veces se hace todo lo que se puede, y no da resultado, la mayoría de las veces se trata de personas ya mayores, que llevan mucho tiempo adictas, que a pesar de ser internadas, de vivir con los seres queridos y de recibir apoyo constante, no logran salir de su adicción: el caso de Amy Winehouse era diferente, ya que ella era joven, no llevaba tanto tiempo adicta y además, tenía mucho dinero como para financiar terapias o chaperonas.
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Y no siendo la primera artista fallecida presumiblemente por sobre dosis a tan temprana edad, es lógico pensar que algo tiene que ver la fama en la vida de excesos que tienen algunos, y que los lleva a que sus vidas terminen abruptamente, cuando aún tenían tanto por entregar. Es por eso que consulté con la psicóloga Mariana Fagalde, Directora de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico. Si nos está leyendo algún famoso, preste atención. Y si no, nunca está demás entender un poco mejor a nuestros ídolos.
¿Cómo evitar los excesos y sobrevivir a la fama?
Los excesos pueden entenderse como una manera de expresar un conflicto psicológico que, en este caso, puede relacionarse con la fama. Para evitarlos es necesario ser capaz de desarrollar una mirada hacia sí mismo e identificar cómo estamos viviendo esta experiencia. Ser capaz de conocer cómo está incidiendo la vivencia de la fama en uno mismo.
Esa mirada debe orientarse también a conocer cómo se está desarrollando un ser humano en diversas áreas y buscar un desarrollo integral que permita un crecimiento físico, emocional, psicológico y social armónico. En este sentido es importante que el ser humano no se centre exclusivamente en el ámbito de su experiencia desde el cual se sostiene la fama, sino que incorporar experiencias de todo tipo en la cotidianeidad.
Los vínculos emocionales, familiares y sociales, son relevantes para que la persona tenga un reflejo permanente de su ser, más allá del ámbito en el cual se es famoso.
En síntesis, el problema a la base de los excesos asociados a la fama es que la persona se desintegra, centrando su ámbito de experiencia y su autovaloración en aquellos ámbitos relacionados a la fama, descuidando su desarrollo integral como ser humano que implica el cuidado del cuerpo, de los lazos emocionales, de su rol como ciudadano, del cuidado de la naturaleza, etc.
¿Qué tipo de personalidad se requiere para enfrentar con éxito el asedio de los medios de comunicación y de la gente?
Hay variables de personalidad que ayudan a enfrentar con éxito el asedio de los medios de comunicación y de la gente, que tienen relación con la estabilidad emocional, una adecuada integración y desarrollo el yo, y el establecimiento de lazos emocionales sanos.
Una característica importante tiene que ver con el establecimiento de límites que permitan mantener la intimidad fuera de la exposición a los medios. Ciertas experiencias, recuerdos, pensamientos, emociones, sentimientos y vínculos afectivos son parte de la intimidad, de aquello que debo cuidar y resguardar del entorno. Su exposición es riesgosa porque expone elementos que pueden transgredir los límites sanos del individuo, y dejarlo potencialmente muy vulnerable.
¿Por qué hay famosos que caen con mayor facilidad en las drogas?
El problema psicológico se establece cuando existe una dependencia de las drogas, y éste depende de variables asociadas a la personalidad, y también al contexto familiar y social en el cual se desarrolla un ser humano. El abuso de las drogas puede entenderse como el reflejo de un conflicto psico-socio-emocional que en el caso de los famosos, se puede relacionar con esta experiencia disarmónica que se centra excesivamente en el ámbito de fama, descuidando otros ámbitos de desarrollo necesarios para el crecimiento integral.
Consejos para artistas y rostros nacionales.
Mantener vínculos con distintas personas significativas que reflejen a la persona distintos ámbitos de su ser integral, y que lo conecten con sus necesidades internas, emocionales y psicológicas, y no sólo con la imagen sobrevalorada que le devuelve la fama.
Es necesario cuidar y satisfacer las necesidades propias de cada ámbito de la experiencia humana, y no sólo dedicarse a las actividades en que se centra la fama.
Finalmente, se recomienda estar atento a las emociones que se despiertan a propósito de esta experiencia y pedir ayuda especializada en salud mental cuando se requiera de apoyo para enfrentar las tensiones y conflictos que emergen en esta experiencia.