La diabetes mellitus es una de las afecciones más comunes en el mundo: una de cada diez personas resulta afectada por ella. A su vez, es una de las que más perjudica a los colombianos, se estima que hay aproximadamente 2.8 millones de personas que viven con la enfermedad en el país.
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Sin embargo, lo que más preocupa a los expertos, y es motivo de alarma ,es que existen casi un millón de personas que tienen la enfermedad y aún no lo saben. De hecho, una de cada dos personas en Colombia padecen la enfermedad y solo se dan cuenta de ello cuando ya presentan síntomas y secuelas. Es por eso que se creó la Coalición Colombia para la atención de la diabetes (CCD), la primera enfocada completamente en tratar la enfermedad en el país. La alianza tiene un equipo multidisciplinar que conforma diez sociedades para combatir a la enfermedad y este tiene la meta de gestionar que cada paciente reciba atención integral, adecuada y oportuna. Esto, ya que un diagnóstico y tratamiento acertado de la afección puede evitar un desenlace fatal.
Las cifras en el país, según la Coalición, muestran que a diario mueren 20 personas en Colombia a causa de la diabetes y que este número podría duplicarse para el año 2030. Por esa razón, incentivan a la comunidad a implementar en su vida diaria hábitos que los conviertan en individuos más saludables y así, cambiar muchas de las actividades que actualmente posicionan a la enfermedad como una de las de mayor crecimiento en el mundo. Lo cierto es que la diabetes no tiene cura, pero se han hecho diferentes esfuerzos para tratarla. Sin embargo, la Coalición Colombia para la detección de la diabetes, insiste en que a pesar de que el trabajo que se ha hecho hasta ahora para aplacar la enfermedad es muy importante, no ha sido suficiente para disminuir las cifras.
Las personas con diabetes mellitus también pueden tener complicaciones secundarias y muy graves, como cerebrovasculares, amputación de miembros y además, enfermedades renales que pueden afectar otros órganos del cuerpo. Ahora bien, existen tres tipos de diabetes, tipo 1, en la que el cuerpo tiene una reacción autoinmune y por eso se produce. Tipo 2, en la que el cuerpo no usa la insulina correctamente y que se puede prevenir o retrasar cambiando de hábitos a unos más saludables, esta, la padecen nueve de cada diez pacientes de la enfermedad. Y la última, la gestacional, que se da en mujeres embarazadas que nunca antes han padecido la enfermedad.
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Por otro lado, la coalición también tiene como meta concientizar que la enfermedad puede ser prevenida: el 80% de los casos de prediabetes son prevenibles al implementar estilos de vida más saludables, mayor actividad física y mejor alimentación son los focos de atención para disminuir las cifras de personas afectadas. Además, la coalición de expertos determinó que se necesita más control por parte del gobierno en cuanto a la publicidad de alimentos con altas cantidades de azúcar.
Por eso proponen mayor veeduría por parte de entidades oficiales en la asesoría para la promoción de alimentos muy azucarados como gaseosas y dulces, pues hay más de dos mil impactos visuales en todo tipo de medios de comunicación y publicidad, que hablan sobre alimentos que parecen saludables, pero que realmente no lo son.
Una de las preocupaciones principales es que el costo económico y social de la diabetes es alto y por ello es primordial que los médicos y quienes le hacen frente a la enfermedad, además de brindar información primordial al afectado, instruyan al entorno social de la persona, pues esta es una de las claves para conseguir mejoría. Asimismo, se quiere cambiar la conversación sobre la enfermedad y también que haya más información veraz hacia al paciente que la que se consigue de primera mano en Internet, de primera mano y que causa más problemas sobre el abordaje de la misma.
Por esta razón aseguran que se deben crear estrategias de comunicación médico-paciente, en las que se salga del papel de experto y hable al afectado con mayor confianza, pues esto podría causar un impacto positivo y mayor razonamiento al hablar de la enfermedad, de la misma manera, disminuiría el tono autoritario por parte de los sistemas de salud y además, también, con los canales de prevención como controles médicos frecuentes y un estilo de vida saludable, se podrían atenuar las cifras tan alarmantes sobre esta enfermedad en el país.
