Son miles las familias que se encuentran separadas desde que inició la pandemia. Vivir en diferentes regiones del país y la imposibilidad de viajar con facilidad, han hecho que la distancia física sea muy dolorosa para algunos.
Este es el caso de Francisca Ayala y su hijo mayor Sebastián Teao, quienes comenzaron la pandemia separados y, posiblemente, no logren reunirse en un futuro cercano.
La exchica Mekano contó a La Cuarta que, como ella vive en Rapa Nui junto a Hotuiti Teao y su hijo menor, Sebastián, que está en Santiago por sus estudios, no ha podido viajar a la isla.
Ayala contó que aunque viven lejos, se veían al menos una vez al mes, por lo que estos meses han sido muy difíciles para ella. «Es muy doloroso. Creo que este es uno de los desafíos más terribles que me ha tocado vivir. Siento que me falta algo todo los días. Es que nosotros nos veíamos seguido, no pasaba más de un mes», señaló.
Fran contó que mantiene un lazo muy estrecho con su hijo mayor, por lo que le cuesta entender que no pueda estar con él como le gustaría. «Además, somos súper unidos. Tanto así, que el Seba dormía conmigo hasta los 15 años, jajajá. Puede tener 22 años, pero es mi guagua», agregó.
Pero no solo su madre se ha visto afectada, Ayala reveló que su hijo menor también extraña mucho a su hermano.
«Mi hijo menor hasta llora cuando habla con él, porque lo extraña. A veces me dan hasta pataletas porque digo ‘me da lo mismo contagiarme, pero quiero verlo’. Por eso, ya necesito que se abran las fronteras», señaló.
Y aunque se habilitará un vuelo turístico a Rapa Nui, la influencer descarta la posibilidad de reencontrarse con Sebastián, ya que el joven debe cuidar mucho su salud.
«Llegará un vuelo en diciembre, pero está complicado. Es que él es deportista, entonces tiene que hacer cuarentena doble si llega a venir y perdería mucho tiempo de entrenamiento. Tampoco se sabe cuándo habría retorno, no podemos arriesgarnos», explicó.
«Creo que si estuviera con mi hijo acá, me daría todo lo mismo. Lo demás lo puedo compensar, pero falta lo más importante cerca mío. Y así, todo se vuelve más tedioso», añadió.
A la distancia con su hijo se suman las dificultades económicas que ha traído la pandemia. Fran y Hotuiti no han podido abrir su hotel boutique, por lo que la pareja ha tenido que reinventarse.
«Nos reinventamos con Hotuiti con una tienda, que se llama Forteza, que vende productos italianos y de exportación. Además, abriré una tienda de moda con diseños italiano y de Estados Unidos, para que la gente se pueda vestir a la moda», explicó.