Chile

La dura confesión de Raquel Argandoña: “Es una maldición llamarme como me llamo”

“Mi hijo está pagando por ser mi hijo, en este momento es una carga muy grande”, aseguró en una extensa entrevista con La Tercera, donde además hizo revelaciones sobre el supuesto acoso de su ex pareja a la novia de Nano y el episodio de infidelidad que le costó perder la tuición de su hijo.

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“Mi hijo está pagando por ser hijo de Raquel Argandoña. Es una maldición llamarme como me llamo”, aseguró la conductora de televisión Raquel Argandoña en una extensa entrevista, respecto a la detención de su hijo Hernán Calderón en una clínica siquiátrica a causa de una agresión contra su padre.

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También relató lo sucedido en el grave incidente del 11 de agosto. «Mi hijo llega a la casa… Yo le digo ‘qué hiciste, hijo, qué hiciste’. Me cuenta, se queda unos minutos y se va. ‘Tengo que irme’, me dice. Yo le digo, ¿adónde vas? Quédate aquí. Lo resolveremos como familia. Él estaba muy asustado. Me dijo ‘tengo que salir, tengo que salir’. No lo vi más. Después me llama su padre. Me cuenta también y me dice “lo voy a denunciar, lo voy a denunciar”. Yo le digo: Hernán, haz lo que tengas que hacer”, contó en su conversación con La Tercera.

De la misma forma, recordó la forma en que conoció de la agresión por parte de su ex pareja. «Cuando me llamó me dijo ‘quiero que sepas que tu hijo…’. Eso me llamó la atención, que me haya dicho ‘tu hijo’ y no ‘nuestro hijo’. Peleamos. ‘Lo voy a denunciar’. Yo creo que le pregunté cómo llegaron a esto, por qué, cómo. Él estaba con su polola. La escuché gritando por teléfono y creo que le dije ‘tú no te metas, esta es una cosa familiar’. Ella me gritaba cosas por el teléfono», dijo.

 La animadora sostuvo que nunca supo de supuesto acoso del abogado a la novia de Nano: «Fue ahora. Yo no vivo con el padre de mis hijos hace 15 años o más, por lo que yo no sé qué pasa en esa casa puertas adentro. Hernán ha tenido varias parejas. Pero yo vi esos mensajes, los WhatsApp. No voy a decir quién me los mostró. Es súper delicado, porque no lo puedo creer, pero si los estás leyendo, qué quieres que te diga. Acá no se está inventando nada, ni se está reaccionando por lo otro. Yo te reitero: no justifico para nada lo que hizo mi hijo, pero cuando una persona que tenía tanta admiración por su padre se entera de que este le mandaba mensajes a su polola con otra intención y que cuando vivían juntos le hizo tocaciones a ella, no sé cómo reaccionaría otro joven·».

Argandoña insistió en que no vivió situaciones de violencia con su hijo: «Es sabido que cuando yo abrí mi canal de YouTube grabé un video en el que vi un Camaro amarillo y yo sabía que mi hijo tenía uno. Me dijo ‘mamá, baja esa imagen’; yo dije que no y me dejó de hablar por mucho tiempo».

Sin embargo, En su declaración judicial, Raquel Calderón dijo que su hermano la amenazó de muerte esa vez, le plantea La Tercera.

-«No, jamás. Discúlpenme, pero yo no voy a hablar mal de mi hija Kel. Sé que ella está muy cercana a Hernán ahora. Y me alegro, porque así lo cuida, lo apoya, le da contención. Pero yo soy mamá de dos hijos y siempre los voy a apoyar a ambos. Quiero dejar en claro que no justifico el actuar de mi hijo, pero algo lo llevó a este impulso. Nunca quiso asesinar al papá. Uno por más mal papá que sea, siempre conoce a sus hijos. Tanto Hernán como yo».

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Asimismo, la ex alcaldesa también se refirió a la infidelidad que le costó perder la tuición de su hijo: «El padre nunca aceptó que yo le hubiese sido infiel. Decían que yo había abandonado a mis hijos por mi trabajo y por mi círculo. En ese entonces, hace 17 años, mi entorno era mi maquillador, mi peinador, mi vestuarista. Todo mi entorno era gay. Y yo tenía un hijo de cuatro años… Dijeron que mi círculo era promiscuo (llora). En general, cuando una mujer se separa, el hombre le quita la parte económica, y como yo nunca he dependido de un hombre, el dolor más grande para una mujer es que le quiten a los niños. Fue por ahí», expresó.

Como conclusión de la entrevista con La Tercera, Raquel Argandoña se plantea a sí misma que «si me preguntas qué desearía en este momento, diría que ya no quisiera llamarme Raquel Argandoña, porque mi hijo está pagando por ser hijo de Raquel Argandoña. Es un peso muy grande ser mi hijo en este momento, es una carga. Es una maldición llamarme como me llamo (…). ¿Tú crees que si yo me llamara Juana Salas los canales de televisión habrían hecho esta carnicería? ¿A quién le habría importado? Habría sido un caso más de violencia intrafamiliar».

 

 

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