Yamna Lobos comparte su rutina de belleza durante el embarazo

¿Cómo aprendiste a aceptar tu cuerpo?

Lo más importante en la vida es quererse y aceptarse, pasando esa barrera todo fluye, ya que no hay nada que te haga dudar de ti. Somos protagonistas de nuestra historia y la armamos en base a lo que creemos de nosotros mismos. Si nos amamos, todo es mas fácil, desde las relaciones interpersonales hasta concretar proyectos. Sin embargo, es todo un proceso, sobre todo cuando eres mujer: que si estas más gorda, más flaca, con quién andas, qué haces y que no… ¡Y súmale los cambios hormonales (ríe). No todos somos iguales, así que no tenemos que vernos como el otro, sino que ser la mejor versión de nosotros mismos, y las marcas que nos van quedando amarlas porque tienen historia. Nuestro cuerpo es una bitácora de experiencias que hay que atesorar.

¿Qué desayunas normalmente?

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Avena con yogurt o con leche semidescremada. Me encanta, desde niña, es un gusto adquirido gracias a mi abuelito materno. A veces, agrego fruta o tostadas con palta, jamón de pavo o huevo, dependiendo de lo que tenga.

¿Alimento imprescindible en tu dieta?

La palta nunca falta y todo tipo de frutas y verduras. Me encantan y son esenciales para mí, sobre todo en el embarazo.

¿Has cambiado algunos hábitos producto del encierro?

Sí, ¡el salir! (ríe). Primero, la actividad física que hacía, por un tema de espacio. También los horarios, ya no sé qué día es. A veces me duermo más tarde y ya no pongo el despertador.

¿Cómo te has mantenido activa durante esta cuarentena?

Te digo la verdad, ¡siendo más dueña de casa que nunca! Ordenando, haciendo aseo, cocinando. A eso súmale una mini rutina de ejercicios, que trato de hacer diariamente aunque hay días que no me resulta por mi embarazo.

¿Qué ha sido lo más complejo de estar embarazada en esta situación de pandemia?

(Piensa) He vivido situaciones complejas, pero lo que me ha generado temores y complica mi día a día, es la incertidumbre a la que nos vemos enfrentados. El día que nazca mi bebé, ¿cómo será?, ¿qué pasará?, ¿la podré mantener protegida?, ¿estaré bien de salud para eso?, cosas así. Bueno, y lo otro no poder abrazar a mi mamá y a mis seres queridos.

¿Mantienes alguna rutina de maquillaje por estos días?

No nada, he aprovechado para hacerme tratamientos de belleza, masajes, mantener mi piel limpia e hidratada lo más posible. Así q a cara lavada la mayoría del tiempo. Aunque sí me he arreglado en algún momento para mí y mi pareja. O sea, está bien que descanse la piel, pero no al extremo de descuidarme.

¿Y cómo cuidas tu piel?

Uso maquillaje lo menos posible y si me pongo, invierto en una marca buena, con cremas y tratamientos nutritivos e hidratantes. ¡Todos los días me preocupo!

¿Cómo mantienes tu pelo sano?

Un cambio radical para mantener mi pelo sano, fue volver a mi color natural y nunca más usar tintura ni nada químico en mi pelo. Ya llevo casi dos años, y tengo el doble o triple de pelo (ríe). Ademas, recuperé el brillo que era muy difícil tener siendo rubia. Se me caía y secaba mucho, incluso usando productos muy caros.

¿Tienes algún consejo de belleza natural que apliques en tu vida?

Tomar mucha agua, comer frutas y verduras, todo lo más natural posible. Comer nueces, almendras y aceite de oliva, entre muchos otros alimentos. Usar hierbas para infusiones y dormir las horas que corresponden. En realidad, siempre he pensado que en la naturaleza está todo para ser bellas.

¿Secreto de belleza heredado? 

Las máscaras de palta para el pelo y rostro, y usar azúcar con crema para exfoliar la piel, secreto de la abuela.

¿Algún mal hábito de tu rutina que hayas erradicado?

Pucha había logrado dejar de comer por las noches, me refiero a que la última comida fuera hasta las nueve y no más allá, aunque tuviera ganas, para poder dormir bien. Pero con la cuarentena, a pesar de que no como nada pesado porque el embarazo no me lo permite, me he visto en el escenario de bajar al refri y sacar alguna fruta o algo rico pasado tarde y hasta en la madrugada. ¡Todo es culpa de Netflix! Por eso trato de tener cositas sanas en mi refri, aunque igual tengo unos chocolatitos.

¿Qué lecciones te ha dejado este tiempo en casa que quisieras compartir?

Que todo es muy frágil, que puede cambiar tu vida de la noche a la mañana y que lo realmente esencial, lo tenemos al alcance de nosotros y no le damos prioridad: las personas que queremos, familia y amigos. A quienes vemos de vez en cuando porque hay que trabajar, hacer cosas y no tenemos tiempo. Lo material va y viene, el trabajo se puede perder y ya vendrá uno nuevo, pero la familia y los seres queridos siempre están y si se van, nunca más volverán. Por eso, digámosle a ellos más seguido que los amamos, y darnos el tiempo para estar con juntos. También es  momento de aprender a disfrutar de las cosas simples de la vida. ¿Cuándo íbamos a pensar que seríamos felices tan solo con poder salir a comprar a las esquina?