Chile

Carmen Gloria Arroyo: “Se acepta mucho menos a las mujeres con carácter”

Con una nueva casa televisiva y una incursión en temas de asistencia jurídica, este año partió cargado de proyectos. La abogada y conductora, con más de trece años en pantalla abierta, cuenta acerca de su rol fuera de los medios de comunicación y asegura que varias leyes no garantizan los derechos de las mujeres.

La mayoría de los televidentes sólo ve a Carmen Gloria Arroyo (53) en la televisión, pero desconoce que en los trece años que lleva en pantalla, nunca ha dejado de ejercer como abogada de forma paralela. El 2019 llegó cargado de proyectos para “La Jueza”, como se conoce por el programa que condujo en Chilevisión entre 2017 y 2017. Además de asumir un nuevo desafío en alianza jurídica junto a dos socios del holding Grupo Defensa, en el que lidera los conflictos relacionados al derecho de familia a través de las consultas y causas que llegan a defensafamilia.cl, llegó a TVN con Carmen Gloria a tu servicio. De esta manera, Carmen Gloria mantiene a raya la pasión que la mueve por transmitir, a quienes no pueden acceder a consejos legales, los conocimientos básicos.

Si bien se hizo conocida por su defensa en el caso de Gemita Bueno, a lo largo de su carrera comenzó a cultivar su interés por los temas del área de familia, que abarca temas con los que puede empatizar fácilmente, pues, a su juicio, “cuando alguien recurre a causas de este tipo es porque tiene un conflicto que afecta a su vida en distintas áreas, porque nadie anda bien cuando tiene problemas con el marido o porque no hay plata para alimentar a los hijos”.

Carmen Gloria sabe de lo que habla, lo sabe porque lo ha vivido. Su propia historia personal está marcada por una infancia sin su padre, pues éste abandonó a su familia cuando ella era niña y luego, de grande, debió separarse de quien fue su esposo. La abogada y presentadora de televisión siente que gracias a su expertise puede entender por completo lo que atraviesan las personas ante problemáticas tales como demanda por pensión de alimentos, violencia intrafamiliar o divorcios, lo que ha permeado su vocación de servicio.

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En una de las salas del edificio en el centro de Santiago que alberga el nuevo proyecto en que se embarcó desde este año, con su tono característico, habla de su fehaciente compromiso con la educación de las personas en términos legales y contribuir a forjar una mejor sociedad, lo que para ella también tiene que ver con avanzar en temas de igualdad de género. Aunque reconoce que han habido mejoras, es consciente de que el cuerpo de leyes en Chile no garantiza de manera completa los derechos de las mujeres, argumentando que urge modificar la normativa en cuanto a temas de violencia intrafamiliar, por ejemplo. “Este año ha muerto una mujer por semana, no hay tiempo que perder”, dice.

¿Cómo combinas tu exposición en los medios con tu trabajo fuera de ellos?

Pese a todos los años que llevo en la televisión, siempre he cuidado mi rol de abogada. Lo he protegido porque es lo que luché toda mi vida por llegar a ser. Nunca he dejado de ejercer, siempre he tenido una oficina paralela. Con el correr de los años me he dado cuenta que hay una necesidad latente en el país, la gente quiere tener acceso a abogados y creo que eso lo puedo suplir a través de la televisión, pero también en la asistencia jurídica, por medio de la representación judicial.

Cuéntame sobre Grupo Defensa. ¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Existen dos polos en Chile para acceder a servicios de defensa judicial: uno es la Corporación de Asistencia Judicial, que atiende de manera gratuita, y lo otro es acudir a un estudio de abogados de manera tradicional con honorarios bastante costosos. Entonces, con Ricardo Ibáñez nos topamos con la inquietud de ver qué pasaba con la clase media y decidimos crecer en temas de defensa familiar y defensa víctimas. Estoy entusiasmada, creo que podemos cambiar la historia de cómo la gente va a percibir su capacidad de defenderse en tribunales.

¿La audiencia espera cierta responsabilidad social de tu parte?

Sí, y creo que junto al equipo con que he trabajado en televisión hemos logrado culturizar a las personas en el lenguaje legal. Siempre doy de ejemplo el primer caso que sacamos al aire en 2007, porque una señora me dijo que venía a tramitar la “posición invertida”, refiriéndose a la posesión efectiva. Hoy, luego de doce años, la gente sabe qué es este concepto, la diferencia entre testada o intestada, dónde se tramita, a quién se pide; saben también lo que hay que hacer en caso de exigir una pensión de alimentos. En redes sociales, por ejemplo, me gusta ver cómo alguien tiene una duda y los seguidores del programa le explican el tema.

Hace unos años comentaste que sabes de temas familiares por tus propias vivencias, la ausencia de tu padre en tu vida, tu separación…

Las experiencias personales las cargamos en todo momento. Es muy difícil dejarlas en el cajón del velador y salir a la calle; las arrastras, están con una. Decidí tomarlas como una ventaja, porque cuando una persona se me acerca y me dice “no tengo plata para esto”, o “necesito educar a mis hijos y no me han pagado esto”, sé lo que se siente, porque he pasado por varias cosas en mi vida. Lo tomo como un regalo de la vida, ya que me ha permitido que las experiencias, que en su momento fueron tan amargas, me sirvan para empatizar.

¿Cuáles son los casos más frecuentes en esta materia?

Lejos las demandas que más hay en Chile son las que se relacionan con el derecho de familia, ocupan el segundo lugar después de las demandas de derechos civiles. Al año ingresan más siete mil causas, según la Corte Suprema, y las más recurrentes son las de pensión de alimentos.

Se te ha criticado por ser “muy dura” con las sentencias. ¿Crees que existiría ese cuestionamiento si fueras hombre?

La gente conoce mi forma de pensar, conoce cuáles son mis principios y cómo me enfrento a ciertos temas. Saben que jamás me voy a callar frente a los abusos de un derecho. No voy a dejar pasar a un papá o una mamá que no pagó la pensión alimenticia, por ejemplo. En general, se acepta mucho menos a las mujeres con carácter o prestancia poco sumisa. Cuando es un buen orador, un hombre es un buen estadista; una mujer es una prepotente, entonces he tenido que lidiar con eso, pero ya me importa bien poco. Voy a seguir siendo igual.

¿Te parece que el cuerpo de leyes de Chile garantiza los derechos de las mujeres?

Hay varias leyes que no van con los nuevos tiempos, no garantizan los derechos de las mujeres. El 8M asistí a un anuncio oficial del presidente Piñera con respecto a los proyectos de ley en temas de género. Algunos están en proceso y otros se vienen, pero me interesa recalcar que este tipo de iniciativas no queden en declaración de buenas intenciones, porque a lo largo de la historia se ha visto que los proyectos de ley se demoran en convertirse en ley.

“Este año ha muerto una mujer cada semana no hay tiempo que perder”, continúa Carmen Gloria haciendo un llamado a agilizar los procesos con respecto a la normativa en nuestro país. En el área de violencia intrafamiliar, la abogada explica que las medidas cautelares o de protección de la víctima no sirven de mucho. “Pese que se anunció la creación de un seguimiento de medidas cautelares para revisar su efectividad y legislar sobre el uso del brazalete, el tema es urgente”.

Entre otros anuncios, la defensora comenta la derogación de la ley que dice que las mujeres después de divorciarse deben esperar 270 días para volver a contraer matrimonio por la presunción de paternidad del ex marido, además de la ley que define que la administración de la sociedad conyugal que dejaba a la mujer como incapaces relativas. “Se ha hablado de los proyectos de ley sobre acoso callejero y acoso cibernético, pero también echo de menos la paridad con respecto a la jubilación, por ejemplo”.

Hace unos días circula la noticia de que el gobierno está evaluando salir de la Convención de Naciones Unidas sobre la Eliminación de toda Forma de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW). ¿Qué opinas?

Que Chile se quede al margen de lo que ocurre mundialmente, no nos hace bien. No me parece que nos salgamos. No he escuchado la noticia oficial, pero sería bastante inconsistente con lo que declaró el gobierno en el 8M, ya que el Presidente partió diciendo que se va a tramitar un proyecto de ley para garantizar la igualdad de trato de las mujeres, que va en concordancia con lo que está haciendo ONU Mujeres y otros organismos internacionales. No me parece pertinente, sería una muy mala señal.

Tienes dos hijas y un hijo. ¿Cómo ves el futuro para ellos?

Me emociona ver lo que hacen mis hijos. Es cierto que aprenden más con lo que ven que con lo que uno les puede decir. Hace unos años, en la entrega de informes de comportamiento del colegio, me hablaban de la participación y la conciencia social que manifestaban y me sentí orgullosa cuando supe que ellos tenían esta inquietud. Con mis hijas fuimos a la marcha del 8M y la de al medio estuvo haciendo carteles. Finalmente, llegamos hasta Plaza Italia porque a mi hija mayor la asaltaron de camino. Cuando se habla de igualdad en la casa, o se expresa una opinión sobre las noticias, se abre la mentalidad. Soy majadera con esto en televisión también. Creo que la sociedad va a ser mejor en el futuro y, claramente, necesitamos un marco legal, pero también debe existir un cambio cultural.

 

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