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¡Chanchito sin culpa! Por años la carne de cerdo ha sido considerada como una de las que tienen más grasa. Sin embargo, hay dos factores que vienen a cambiar esta visión. Por un lado, la calidad de este alimento ha mejorado con los años y, por otro, es importante hacer una distinción entre los distintos cortes de porcino.
La alimentación de estos animales y su actividad ha evolucionado con el paso del tiempo, por lo que hoy tenemos una carne de cerdo más magra (con poca grasa), con mayor aporte proteico y con grasas de mejor calidad, lo que nos permite hablar de una nueva carne porcina.
Aún así, es importante aclarar que no todos los cortes son iguales, efectivamente hay algunos más grasos que otros y por eso la clave es identificar cuáles son los cortes que no superan el 5% de grasa:
-Chuletitas para freír (4,9%)
-Chuleta centro (4,9%)
-Lomo centro medallón (3,4%)
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-Filete (3,2%)
-Posta Negra (3,6%)
-Posta Rosada (4,4%)
-Asiento (4,2%)
¡Sácale mayor provecho al chanchito en la cocina!
Para reivindicar al cerdo en nuestra cocina y sacarle mayor provecho a sus propiedades nutricionales, además de escoger los cortes bajos en grasa, es importante cuidar los métodos de cocción sin añadir grasas de mala calidad o colesterol.
Por eso, lo mejor es cocinar los cortes con poca grasa al horno, al papillote, a la plancha, a la parrilla o salteado con poco aceite.
También se recomienda combinar con frutas y vegetales porque la grasa de buena calidad que contiene la carne porcina, permite una mejor absorción de vitaminas liposolubles presentes en hortalizas y frutos.
Finalmente, se sugiere añadir ingredientes cítricos, ricos en vitamina C, que favorece la absorción del hierro que se encuentra en alta concentración en el cerdo. Así, se pueden elaborar jugos o salsas con limón o naranja que van muy bien con este tipo de carnes.
