Es una periodista con mucha credibilidad en televisión, y cómo no si ha transmitido hechos importantísimos como la detención en Londres de Augusto Pinochet. Más allá de su aparente seriedad, conocimos la real esencia de Mónica Pérez cuando apareció como panelista de «Buenos Días a Todos».
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Con esa misma simpatía y energía nos recibe en la sala de maquillaje de TVN para conversar mientras la peinan y dejan OK para las noticias. Está dispuesta a hablar de los cambios de 24 Horas Central, tras la llegada de Matías del Río, con el cual se complementa muy bien. Además revela que quieren darle un sello al programa incorporando material gráfico e importantes espacios donde explican detalladamente los hechos que más nos afectan. «Nosotros mismos hacemos ese material, porque después debemos explicarlo».
Conciente de la baja en el rating, cuenta que trabajan para cambiar esa realidad en el largo plazo y que, pese a todo, su noticiario es uno de los mejores en contenido.
Como conductora de «Esto no tiene nombre», Mónica mantiene una crítica constante a la falta de regulación que existe en nuestro país, y de las multas que debieran existir en casos como la colusión del confort. ¿Cercana a la política? Para nada, pero se acerca a través de organizaciones sociales.
Sobre su vida personal se habló mucho en los medios de comunicación, principalmente de farándula, cuando se habría quebrado la relación con su marido y padre de su hija Laura de 7 años, el periodista deportivo Francisco Sagredo, con quien vive hasta ahora. Por lo mismo pretende guardar silencio sobre ese momento, y pensar en el futuro que incluiría un cambio de país, de vida.
Hace algunos meses surgieron rumores que te ibas de TVN. ¿Eran ciertos?
No. Es que los programas de farándula no tienen nada que inventar, y necesitan vender todos los días, así que inventan cosas. Mi continuidad nunca ha estado en duda, ni siquiera en el cargo del Central. Porque podrían haberme cambiado de puesto, como Amaro. Aunque en las evaluaciones que nos hacen en términos de opinión pública estoy bien evaluada, así que nunca hubo sospecha de nada.
¿Qué pensaste cuando supiste que Amaro no seguía como tu compañero?
Es que fue una decisión de Amaro; él se quiso ir, lo conversó conmigo y lo comprendí. Comparto muchas cosas, como que uno cumple ciclos y leer noticias está bien valorado, pero es un trabajo cansador, muy monótono. Ahora con el noticiero nuevo estoy más contenta porque es distinto, pero es como fome sólo leer el Central, entonces entendí perfectamente que Amaro estuviera chato. Llevaba doce años, yo recién cuatro.
¿Qué te pasa con el mal rating del canal?
¡Mal poh’! (ríe). A nadie le gusta sacar mal rating. Creo que va a tener una evolución. Hay varios estudios estadísticos que indican que los grupos sociales que mide el rating, las encuestas que hace Time Ibope, no están perfectamente calibradas. Primero, quiero sacar todas las suspicacias de complot o que el Mega se compró el rating, porque eso me parece una tontera de principio a fin, pero sí es verdad que metodológicamente hablando se podría perfeccionar mucho más el rating. Además se podrían incorporar otros medidores. Por ejemplo, cuando una empresa vende mucho se convierte en exitosa. Supongamos que vendes jabones, pero que con la venta perjudicas el medioambiente… Creo que el rating es como lo mismo. Nos pueden medir por rating o medir por «contaminación mental». Se podrían generar diversas mediciones de cuándo un producto es realmente bueno para una audiencia, o un cliente, como los avisadores.
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¿Te parece que tu noticiero es más bueno que el resto?
Sí, me parece que es súper bueno. Peleamos combo a combo con Canal 13, que también es muy bueno. Siendo los dos canales con menos rating en noticias, hacemos los mejores noticieros, con más profundidad, más contenido, mejores audiovisualmente, más serios.
Ahora llegó Matías del Río a 24 Horas Central. ¿Lo conocías?
Para nada. O sea, lo conocía en la tele porque él es muy futbolero, y es más cercano a mi marido que a mí. De hecho Matías ha presentado los libros que ha escrito Pancho, «La Caída» y «El Método Pellegrini». Cuando estamos en la típica entrevista a la Presidenta, donde primero hay que hacer fila por tres horas, ahí nos conocimos, conversamos, teníamos amigos en común, pero no una amistad, no hemos comido fuera ni ha ido a mi casa.
¿Y qué te pareció que se convirtiera en tu partner?
Me encantó porque es un poco como yo, más desordenado, no tan perfectito. Además Matías tiene una actitud de vida súper sana, no pretende ser el más inteligente, el más guapo, el más nada. Entonces es un agrado trabajar con él. Por otra parte se muestra como un hombre muy seguro de sus capacidades. Me levanta mucho el ánimo también, me dice que lo hice bien, «eres la raja» y esas cosas bonitas… Es muy caballero. Se ha portado súper bien.
¿Cuál es el sello específico de 24 Horas Central?
Dar noticias importantes, aunque siempre hacemos una mezcla, porque es una hora y media de informativo y la gente tiene intereses diversos. Hasta el New York Times tiene una sección de tendencias o sociedad, que no son noticias duras pero que son interesantes. El otro día fui a un asado con amigos, y me decían que al fin explicamos qué era una farmacia popular. Esa parte práctica, que no siempre hay espacio en las noticias porque vamos muy rápido, ahora contamos con ella y la gente lo valora.
¿Extrañas el «Buenos Días a Todos»?
Sí, me gusta el matinal porque es bien entretenido.
¿Pero cambiarías tu lugar actual?
Tengo la pega que tengo no más.
¿Pero te gustaría estar en un programa más relajado?
Sí, participar en un programa más suelto y no hacer todos los días el noticiero central sería bien bueno.
Siempre has sido una mujer con objetivos claros, potente. ¿Cuál es tu objetivo más cercano?
Por ahora, hacer bien este proyecto, mejores planares (noticia con comentario del conductor) porque esos que ven los hacemos nosotros. Que se nos ocurran mejores ideas de tema, llegar más a la gente, buscar un estilo propio más suelto y con mayor interpretación. El rol nuevo no es sólo una lectora de titulares.
¿Pretenden ganar en el rating?
Sí, pero ese objetivo es muy a largo plazo, no será de un día para otro. Por ahora nos estamos concentrando en hacer las cosas bien. Hacer lo que creemos que tenemos que hacer y no desesperarnos por un rating determinado.
Existen críticas de mujeres que han trabajado en televisión que aseguran que sobre los 40 años la televisión no las toma en cuenta. ¿En los noticieros pasa eso o quizás se valora más la experiencia?
Puede ser. Chile es el único país del mundo que saca a las mujeres mayores de la televisión, es caso a caso en realidad. No siento la presión de los años en este trabajo.
¿Cuántos años tienes?
No digo mi edad…
¡Pero está en Wikipedia!
Si sé, pero no es 100% fiable. De hecho, mi perfil está todo malo, ¡así que no saques datos de ahí!
Multitasking sin remedio
Bueno. Estudios aseguran que las mujeres sobre los cuarenta años buscan cultivar su área interna, espiritual. ¿Crees que es verdad?
Eso sí que es verdad. Si hay algo que como mujer me aleja un poco de este trabajo tan extenuante, es eso. Uno está en otra, quiere más tranquilidad, ya logró sus objetivos. Para peor fui mamá tarde, tengo una niñita de 7 años. Siento muchas ganas de dedicarle más tiempo a ella. Un trabajo que me permita no tenerla tan botada…
¿Tanto así? ¿Cuál es tu rutina?
Llego al canal en la mañana, y en la noche a la casa. Ahora voy dos horas a buscarla al colegio y después vuelvo al canal. Pero no es lo mismo, porque mi cabeza no está con ella, pienso que dejé algo pendiente y debo volver corriendo a terminarlo. No es la misma calidad de tiempo que si trabajara en la mañana y me desocupara a las 3, para después volver a estudiar con ella tranquila.
¿Aún no aceptas esa «imperfección» de no ser la madre perfecta, de no ser multitasking?
No lo he aceptado, soy bien exigente, bien multitasking. Estoy tratando de soltar, pero me cuesta mucho. Al menos en las tareas domésticas solté. Al supermercado no fui más, va Pancho. Me gusta la cocina, pero cada día cocino menos. Me preocupo de que mi hija esté bien, sana, de su educación y su vida social, porque es hija única. Concentré mi energía en algunas cosas, filo con la limpieza profunda, y si la casa está más cochina, ¡no me da no más!
¿Eres aprensiva como mamá?
Cero. El error que cometo es ser la mamá amiga, porque uno es la mamá. Lo paso bien con la Laurita, tenemos un humor parecido. Soy media cabra chica también, me gusta lesear, entonces hacemos las mismas tonteras, nos matamos de la risa. Tiene 7 años no más, pero la invito a tomar café y me acompaña. Es vieja chica, muy chistosa, divertida para hablar, para inventar cosas, por lo mismo tiendo a jugar mucho con ella, y no debería.
¡Pero qué rico tener esa energía para jugar!
Eso sí. Claro que una cuarta vez Monopoly, no, pero cosas de mujeres, sí. Soy muy manual, así es que hacemos pulsera, muñecas, tejemos…
Es sabido que querías que la Laura tuviera hermanos, pero tuviste pérdidas. ¿Qué hacen para que no tenga las mañas de los hijos únicos?
Hicimos varias cosas, por ejemplo, inscribirla en un colegio muy masivo, para que no se sintiera única, rápidamente le harán sentir que no es así. Yo estudié ahí y sé que uno establece relaciones de vida que perduran y las amigas del colegio terminan siendo tus hermanas. Las hijas únicas tienden a sentirse súper especiales en todo, y aquí es un número más. En el mismo sentido, el colegio es competitivo, así que nadie la va a aguantar, ella tiene que soportar las reglas del juego no más y luchar, no ser tan regalona.
Estos años has tenido varios cambios. Te separaste, volviste, cambio de compañero de noticiario… ¿Cómo defines este tiempo?
Es como la vida misma. La vida nunca es parejita, tiene altos y bajos, enfermedades, de todo. Ha sido normal como cualquier persona que pierde los trabajos, que se le enferma un hijo, que un hijo le salió carretero. No sé, creo que la vida nunca es pareja.
Sobre tu separación y posterior reconciliación no se habló en los medios. Ustedes nunca salieron en una portada juntos, pero sí en eventos sociales, por ejemplo. ¿Te molestó que se hablara?
Sí, me molesta muchísimo, y por eso prefiero no hablar nada del tema.
¿Ahora tratan de no mostrarse públicamente juntos a propósito?
Hacemos una vida normal, de personas normales. No pescamos a la farándula porque no tiene ninguna validez. Ellos no van a dictar el destino que voy a tener, hacemos lo que queremos.
Tu marido estuvo en la competencia, en Mega. ¿Cómo lo hicieron?
Tratábamos de no hablar del tema porque es complicado…
Pero me imagino que se dan consejos…
El Pancho tiene «ene» experiencia en otras cosas. Él es tan consejero mío como yo de él. No sé si conoces la personalidad de Pancho, todo lo que sabe. No es alguien para que yo le de consejos. Ahora, valora mi opinión como yo la de él. En general nos damos consejos sobre cómo manejar las presiones que cada uno tiene en su trabajo, cómo manejar tal situación. Evitamos hablar de los canales y la competencia.
¡Qué difícil!
Es que nos juntamos muchos amigos. Muchos de TVN se fueron a Mega y también a Canal 13, entonces cuando nos juntamos todos nadie quiere hablar de ese tema, estamos cansados.
¿Te sientes orgullosa de Pancho?
Sí. Él probó leer noticias, pero lo suyo sigue siendo el deporte. Vibra con él, goza, su actitud es distinta cuando lee noticias. No estoy segura qué quiere hacer, pero más bien ligado al deporte.
No tiene nombre
¿Hay una explosión social con todos los paros, manifestaciones?
Hace rato hay un movimiento social fuerte en Chile, que partió en educación con «los pingüinos», y después se ha extendido a todas las desigualdades sociales que hay en este país. Efectivamente los chilenos ahora no se quedan callados, y como el Ministerio Público ha hecho las investigaciones pertinentes transparentando cosas, y la prensa también ha jugado su rol, se han conocido verdades que siempre estuvieron pero nadie sabía. Me gusta que exista esta transparencia, que se limpien los procesos para que seamos un país más justo.
¿Qué falta para empoderarnos más como consumidores?
Faltan instituciones que nos protejan de verdad. El Sernac tiene cero atribuciones, no puede hacer nada para defendernos. En Estados Unidos tiene mucho éxito el Class Action, cuando se reúnen todos los perjudicados por una empresa y la empresa lo piensa dos veces antes de hacer una embarrada contra alguien. No sé si en la relación compensada tiene que haber cárcel, lo que me importa es que se terminen los carteles. Si para eso tenemos que obviar la cárcel y subir la multa me parece bien, y que ese dinero se reparta entre las víctimas a las que le quitaron la plata. Llevamos años siendo estafados en la compra del papel higiénico, papel absorbente, etcétera, entonces deberían devolver la plata a los consumidores, mucha plata, para que les duela harto. Que sea tan fuerte la multa que no haya interés en coludirse.
¿Cómo se manejó la crisis del Registro Civil por parte del gobierno?
No se manejó como debía. Por más legítimas que sean las demandas de los trabajadores del Registro Civil, tienes que aplicar reglas parejas para todos. Si dijiste que no negociabas con huelguistas, no negocias, porque después será el Servicio Médico Legal y otros. Establecen precedentes que son malos para la propia gestión del gobierno. Deben tomar medidas preventivas. Los conflictos deberían contar con un equipo de personas que prevengan más que solucionen cuando están con el agua hasta el cuello, cuando pasan treinta días y la gente no da más sin sus documentos.
¡Mónica en la política!
(Ríe) ¡Prevenir más que curar!
¿Te ves en el área política?
No, no me gusta. Sí me gusta el trabajo social. Sí me veo trabajando en organizaciones.
Irse de Chile
Viviste 11 años en el extranjero. ¿Extrañas esa sensación de sorpresa constante?
Totalmente, y sobre todo lo hecho de menos por mi hija. Este año estuve en un curso por tres semanas en Columbia, de Periodismo Investigativo, y me di cuenta que los gringos tienen cosas increíbles. En diferentes museos hay talleres de verano para los niños, donde están un mes aprendiendo de arte, jugando, todo súper pro. La cantidad de actividades gratuitas, caminatas, bicicletas, yoga, patines, todo gratis para los niños, incluso parques acuáticos en el Central Park.
¿Te quieres ir, como otros rostros nacionales?
Sí, nos queremos ir. El problema es que hay que juntar la plata. Con Pancho queremos vivir en Londres, porque me manejo en Inglaterra y a Pancho le encanta por el fútbol. Ahora, sé que puedo conseguir pega en Estados Unidos, no sé si en Londres… No conozco a nadie.
¿Y como corresponsal?
No, es que si lo hiciera quiero desligarme de Chile y trabajar en algún organismo internacional o en una ONG de allá.
¿Es a corto plazo?
No sé. Pero mi hija tiene que ser chica para que agarre bien el inglés, para que le sirva.
¿Y cómo has suplido esa aventura en esta rutina?
Cuando trabajé afuera, por años lo único que quería era tener una rutina, compañeros de trabajo, un canal, ir a reunión de pauta. Claro, ahora llevo harto tiempo y me gustaría hacer otra cosa más al lote. Las tres semanas que estuve en Nueva York fui lo más feliz que he sido en años.
Lo bueno es que los dos reman para el mismo lado…
Sí, Pancho es lo que más quiere. En el fondo uno se amarra con deudas, con que debes pagar la casa. Debemos resolver el tema de las platas para financiar el mayor tiempo posible afuera.
Y me imagino que también estar seguros con sus trabajos aquí…
Es que nunca hay seguridad. Si esperamos tener seguridad a la vuelta, nunca vamos a ir. Hay que jugársela en la medida de lo posible, sino siempre te dará susto. De morirnos de hambre, no vamos a morir. Con el Pancho somos súper trabajadores, creativos, inteligentes, dispuestos… No sé si trabajemos en la tele, pero podemos hacer otras cosas.
Tiempo para Mónica
¡Eres tan simpática que te imagino con un gran grupo de amigas!
Tengo muchas amigas, pero ninguna tiene tiempo para juntarse. Yo soy la que más le pone color, porque además tengo solo una hija y las demás tres o cuatro. Es difícil juntarse, pero a veces nos vamos los fines de semana o comemos a las 11 de la noche, porque me esperan que termine el noticiario. No puedo almorzar nunca, no puedo comer a la hora adecuada, los fines de semana el Pancho trabaja en la radio Bío-Bío y Mega, y no tengo nana los fines de semana.
¿Este ritmo de vida es «seguible» en el tiempo?
Si igual los fines de semana carreteamos, hacemos asados en la casa… ¡No vamos a bailar poh!
¿Y tiempo para ti?
Como entro a las 12 del día, en la mañana hago Pilates. La lectura de literatura queda sólo para el verano. Los fines de semana leo el diario con suerte, porque mi hija me ve abrir el diario y se tira encima para que hagamos algo. Es difícil con una niña chica. El fin de semana pasado estuve toda la tarde en actividad deportiva del colegio y en la feria de las pulgas.
