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Mathilde Broder, la mujer que perdió la mitad de su peso y ahora es modelo

Por: Stanislav Kupcov, MWN

Los transeúntes en la ciudad de Aarhus, Dinamarca, se reían de Mathilde Brober, que pesaba 126 kilos, porque no podía usar el carrusel de los niños. Sin embargo, la mujer de 21 años de edad logró perder casi 70 kilos y por eso fue mencionada en variados medios en todo el mundo.

Mathilde comenzó su lucha con el sobrepeso cuando tenía 16 años. Abandonó completamente la comida chatarra y comenzó a ir al gimnasio. Ahora la mujer afirma que no utilizó ninguna dieta, comía menos y cambió radicalmente su estilo de vida.

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«Durante toda mi vida sufrí de obesidad», explicó la mujer a Metro. «Tuve amigos y no decían nada ofensivo. Pero a veces los transeúntes lo hacían. Me sentí atrapada en mi propio cuerpo. Sentí que no era yo, sino alguien más.»

Agregó: «Y no importaba lo que trataba de hacer, siempre me sentía como ‘sólo una mujer gorda’. Ni siquiera pensé que podría cambiar de parecer un día. ¡Pero sucedió! Y cuando empecé a cambiar, decidí que nunca miraría hacia atrás, nunca me rendiría, por mucho que quisiera abandonarlo. Si realmente quieres bajar de peso, tienes que confiar sólo en ti mismo. Y siempre pregúntate: ‘¿Quieres vivir con dolor no haciendo nada, o quieres vivir con dolor pero cambiando tu vida?’.

Rechazar los alimentos al principio fue muy difícil para Mathilde. Ella tenía que superarse para no «comer una montaña» en un día como lo hacía antes.

Un proceso de paso a paso 

«Por supuesto, al principio extrañé la comida chatarra», recordó. «Pero al mismo tiempo, seguí recordándome que debido a esta comida tengo que hacer un esfuerzo para cambiar mi vida. Ahora no extraño las enormes porciones de comida que pedía antes. Además, ahora empiezo a sentirme mal cuando como mucho. Si pierdes peso y alcanzas sus metas, es imposible volver a los viejos hábitos. Si consumes más calorías que las que tu cuerpo quema, generarás grasa de nuevo. Tienes que recordar esto. Todavía como patatas fritas, dulces y alimentos grasos, pero al mismo tiempo mantengo el equilibrio. Es mejor comer pocos trozos de esos alimentos prohibidos que el paquete entero.»

Por otra parte, Mathilde tuvo que realizar una serie de trucos para que su cuerpo pudiera adaptarse finalmente al nuevo tipo de alimento. Así es como la mujer de 21 años comenzó a comer sólo con una cucharadita.

«Por cierto, todavía lo estoy haciendo», aseguró la mujer. «Trato de comer despacio. Es necesario comer solo tanta comida que puede caber en la palma de tu mano. Mientras luchaba con el sobrepeso, bailaba mucho en casa y si tenía que ir a alguna parte a pie, siempre elegía el camino más largo».

Cuando el peso de Mathilde comenzó a disminuir rápidamente, se deprimió. Resultó que no era el final de su sufrimiento.

«No me parecía a mis amigos», dijo. «Mi cuerpo se volvió fláccido, ancho y defectuoso. ¡Tienes que estar preparada psicológicamente para esto! Pero yo no lo estaba, así que me sentí deprimida. Pero luché por tener un cuerpo hermoso. Es un trabajo duro».

Con el fin de lograr los resultados Mathilde decidió someterse a una abdominoplastía, una cirugía estética para eliminar el exceso de piel del abdomen. Los pliegues de la piel han desaparecido, y sólo una cicatriz ahora le recuerda cómo se veía antes.

«No tenía miedo de la cirugía», confirmó Mathilde. «Sólo quería que el exceso de peso se fuera de mi cuerpo para siempre. Y estoy muy contenta con el resultado».

Durante toda la lucha con su peso y flacidez de la piel, Mathilde tuvo un tiempo muy difícil. Pero encontró una forma de motivarse a sí misma.

«Yo estaba motivada… por mi cara!,» sonrió. «Siempre fue muy bonita. Sólo tenía que encajar una magnífica figura para ella. Mi hermana mayor siempre ha sido una belleza, todo el mundo la adoraba. Eso también me motivó, porque quería ser como ella. Y realmente quería averiguar qué tan bonito podría ser mi cuerpo, si hacía mucho entrenamiento. Finalmente, quería conocer a mi hombre. Pero sólo después de caer treinta kilos, empecé a salir a las citas».

Mathilde concluyó: «Ahora, cuando perdí peso, tengo nuevos requisitos para mis novios. Los últimos tres años ya he salido con varios chicos. Ahora mi novio es mi entrenador personal. Él me ayuda mucho. Gracias a él tengo un cuerpo fuerte. Su nombre es Frederick Lunberg. ¡Estoy tan contenta de que me apoya! Estoy muy feliz ahora.»

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