Siempre he sido el tipo de persona que se preocupa por lo que otras personas piensan, pero también soy de esas que dicen las cosas como van, sin pensar en lo que mis palabras puedan ocasionar. A veces es una bendición y a veces una maldición. Eso sí, cuando a otros les toca decir mi verdades, lo siento como si fuera una puñalada en el estómago.
Sí, hay verdades que siempre duelen y más cuando te las dice alguien que estimas. Por eso mismo, me he cuestionado sobre qué tan importante es tener una amiga brutalmente honesta que te diga las cosas como son aunque duelan. La respuesta es: muy necesario.
Y es que no hay nada como tener una persona a quien quieres y en quien confías porque sabes que te corresponde igual pero que encima sea honesta. y te diga cuando estás a punto de cometer una tontería
Recomendados
Qué es el ‘síndrome del impostor’ y cómo decirle adiós con estos 4 consejos imperdibles
Los ‘vampiros energéticos’ existen: Qué son y cómo identificarlos para protegerse de su influencia negativa
10 nombres japoneses para niño y niña: te encantarán sus significados y lo bonito que suenan
Esa persona te dirá desde las verdades más banales hasta las más serias como que tu atuendo se ve fatal o que deberías dejar de gastar tu aliento en esa persona con el que has estado en una ‘casi relación’ durante seis meses porque definitivamente te mereces algo mejor.
Alíate con alguien que siempre imponga la brutal verdad ante su necesidad de verte y hacerte mejor, porque nunca te dirá lo que quieres escuchar, sino lo que debes escuchar. Esa amiga preferiría que te enojes con ella por unos días que verte cometer un error y que salgas lastimada. Al final, el cariño que se tienen es lo suficientemente fuerte como para superar las «verdades incómodas», después de todo, sabes que a la larga, estarás agradecida por su incapacidad para endulzar las cosas.
Una amiga brutalmente honesta te dirá si tu novio está siendo un completo patán y te dirá las razones por las que no te merece. La odiarás y pensarás que lo hace por celos, pero te darás cuenta que no es así, que nadie te conoce mejor que ella y que estará de tu lado, incluso cuando ella no esté del todo acuerdo.
Lo que pasa con los amigos que no temen decir las cosas es que saben que tu amistad es lo suficientemente fuerte como para mantenerse frente a la verdad. No te están diciendo estas cosas difíciles porque son malas o pasivo-agresivas, sino porque genuinamente se preocupan por ti. De hecho, se preocupan demasiado por ti como para verte cometer un error que quizás no veas venir. Y se preocupan demasiado por ti como para permitirte revolcarte en la auto compasión por demasiado tiempo si te quejas de tu vida y necesitas una patada en el trasero.
Como dicen, la verdad duele pero nos puede hacer ver a nosotros mismos bajo una luz diferente. No siempre es divertido enfrentar nuestros miedos o cosas que sabemos que debemos cambiar. Pero tener amistades como estas son capaces de salvarte en momentos muy difíciles y hacer los momentos fantásticos aún mejores.
Estas amistades nunca terminan de crecer y siempre te sorprenden porque al final, te desafían a hacer algo sobre la situación, a cuidarte y a vivir tu mejor vida. Creen en ti, saben lo que eres capaz, y saben que tu amistad puede soportar su honestidad, incluso si te sientes herida o traicionada por sus palabras.