Entre los 45 y los 55 años de edad se produce el cambio más temido por muchas mujeres: la menopausia. En ese momento, el cuerpo genera cada vez menos estrógeno y progesterona, por lo que deja de tener su período menstrual.
La doctora Any Andrea Nazar nos explica que es oficial que ha llegado a tu vida cuando no tienes el período por 12 meses seguidos. La ginecóloga afirma, en su Instagram @ginecologany, que la menopausia “es un cambio normal, difícil, pero todas vamos a pasar por eso, así que ten paciencia y sé considerada contigo misma”.
Existen algunos síntomas inequívocos que estás a las puertas de esa transformación. Nazar dice que es posible que sientas algunos de forma progresiva, entonces debes encender las alarmas y acudir a tu médico de confianza.
Cambios en su período menstrual, como variaciones en el flujo menstrual o el intervalo entre períodos menstruales.
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Sensaciones repentinas de calor en la cara, el cuello y el pecho. Es lo que comunmente llamamos “sofocos” o “calores”.
Sudores nocturnos que pueden dar lugar a problemas para dormir y sentirse cansada, estresada o tensa.
Cambios vaginales, como sequedad en la vagina y tejido vaginal que se vuelve más delgado, además de dolor durante las relaciones sexuales.
Pérdida de calcio en los huesos, lo que puede reducir su estatura y causar fracturas de los huesos (osteoporosis).
Menos cabello y más vello facial.
Dificultad para concentrarse.
Cambios de humor.
Para aliviar estos problemas, es común que se recete a las mujeres estrógeno o estrógeno con progestágeno. Pero Nazar aclara que, al igual que con otros medicamentos, el tratamiento con hormonas tiene algunos riesgos.
Destaca que “en algunas mujeres, el tratamiento con hormonas puede aumentar la posibilidad de tener coágulos en la sangre, ataques al corazón, derrames cerebrales, cáncer de mama y enfermedad de la vesícula biliar”.
Por ello, recomienda que, de utilizarla, “use la dosis más baja que dé resultado y hágalo por la menor cantidad de tiempo posible”.