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Un recorrido por la calidez y la historia de Cuba

Viajar a Cuba es encontrarte con un mundo que te hace volver a una época antigua. Te contamos esta experiencia en nuestra visita a la Isla.

Celebramos el primer año de cumpleaños de Wingo en Ecuador viajando hasta Cuba, el pasado diciembre del 2017. Para esta aventura fuimos tomados en cuenta periodistas de Colombia, Panamá y Ecuador. En total, un grupo de 12 nos disponíamos a vivir esta aventura para conocer este país, asentado en pleno Caribe con 11’217.000 habitantes.

Llegar a territorio cubano es retroceder en el tiempo. Apenas salimos del aeropuerto de La Habana, donde hicimos nuestra primera parada, observamos una gran cantidad de autos clásicos de todos los colores: turquezas, amarillos, rojos, rosados, etc. Ver esta imagen te hace volver a los años 50, previo al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.

El antecedente de esto es que en 1962 el entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, firmó la Orden Ejecutiva Presidencial 3447 con la que implantó formalmente el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto durante 55 años a la isla de Cuba.
Tal Orden afecta toda forma de desarrollo del país caribeño pese a que en el 2015, Cuba recibió el apoyo rotundo de 191 países de los 193 miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para que fuera levantado el bloqueo impuesto por EEUU pero no se logró tal objetivo.

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Una de las restricciones que podemos ver en la Isla es que el acceso a internet es muy limitado. Me acerqué a preguntar dónde vendían una tarjeta de plan de datos y ni siquiera entendían de qué se trataba.

Pero lo gratificante de eso es que te ‘desconectas del mundo’. Hay una interacción muy directa entre las personas y las conversaciones, en la calle, en las casas, en la mesa mientras desayunas, almuerzas o meriendas, todas alejadas de los celulares.

Yadira González fue nuestra guía y compañera del itinerario. Nos decía que la gente con teléfonos móviles usa para tomarse fotos y son muy pocos los que pueden hacer uso de internet con planes que son costosos o solo manejan empresas privadas.

En el hotel Meliá Habana, en el que nos hospedamos, nos explicaron que hay dos tipos de moneda. Como turistas los servicios turísticos se pagan en pesos convertibles (CUC), que en dólares 1 CUC es 0,87 centavos. Sin embargo, tienen su propia moneda para acceder a los beneficios estatales. Esta moneda se llama CADECA, también usada por los cubanos.

Al día siguiente nos disponíamos a viajar hasta nuestra segunda parada. Pero ¿saben qué es lo peor que le puede pasar a un viajero en cualquier país? Perder el pasaporte. ¡Si! Esto le sucedió a uno de nuestros compañeros de viaje y la adrenalina se hizo presente porque teníamos el tiempo justo para salir desde el aeropuerto de la Habana hasta Jardines del Rey. Felizmente, faltando unos pocos minutos, como una película al estilo James Bond, llegó Sebastián con su documento de viaje.

Su anécdota es imposible olvidarla y está llena de emociones que vivió en su travesía como por ejemplo lo difícil que se le hizo tomar un taxi, presionar al chofer para alcanzar al vuelo, negociar la rapidez con dinero, en fin, toda una aventura.

Al fin, fuimos hasta la provincia de Ciego de Ávila, donde la isla de Cayo Coco, que pertenece a la gran cadena de islas conocida como Jardines del Rey, nos recibió con un mar turqueza vibrante que combinaba con el cielo azul despejado.

El archipiélago cubano está formado por la Isla de Cuba, la Isla de la Juventud y alrededor de 4.195 cayos e islotes, que en su conjunto ocupan una superficie de 110.992 kilómetros cuadrados.

Un cayo es una pequeña isla con una playa de baja profundidad, formada en la superficie de un arrecife de coral. Allá van turistas de todas partes del mundo. Se encontraban en la zona, principalmente una mayoría de canadienses, que a criterio de los habitantes de este lugar, prefieren alejarse del frío de su país y disfrutar de estas playas cálidas con una temperatura en su agua costera de 25º.

Este lugar empíreo se levantó, en cuestión de industria turística, tras el devastador paso del huracán Irma. Se reconstruyeron vías de acceso, hoteles que sufrieron afectaciones en sus infraestructuras, restaurantes, etc. Pero fue muy nostálgico recorrer y ver la vegetación desgastada por este suceso natural que afectó al Caribe el pasado septiembre del 2017.

Cerca de Cayo Coco, está Cayo Guillermo, donde tuvimos una tarde para hacer snorkeling. Es realmente popular por sus arenas blancas y en su temperatura no se siente humedad. En la zona se practica mucho la pesca de truchas para aportar a su parte gastronómica.

En todos los hoteles existen burós de turismo y personal de agencias de viajes para que sea fácil optar por una excursión organizada. Se puede hacer recorrido por el Gran Humedal y zonas montañosas, visitar instalaciones turísticas insertadas en un Área Protegida, así como varias playas, incluyendo la más espectacular de los cayos: Playa Pilar, donde están las mayores dunas del Caribe insular.

Puede ir a caballo por zonas naturales, disfrutar de la puesta de sol con una cena romántica frente al mar, observación de aves terrestres y acuáticas de los diferentes ecosistemas presentes en los cayos, y otras actividades para aprovechar de la estancia.

Tras disfrutar con este paseo playero, volvimos a La Habana para saber más de su historia. Visitamos los lugares más característicos como la Plaza de La Revolución “José Martí”, el Malecón (donde se filmó Rápidos y Furiosos 8), Paseo del Prado, Parque Central con el Gran Teatro y el Capitolio, todo esto en la parte moderna.

“El malecón se convirtió en una insólita pista de carreras cuando grabaron Rápidos y Furiosos 8. Fue la distracción de todo el barrio del Vedado y queríamos sacar unas fotos como sea. Nos sentimos felices de haber sido tomados en cuenta”, contaba la guía Yadira González.
En la isla caribeña todavía ruedan automóviles del siglo pasado, y especialmente los conocidos «almendrones» o «carros» antiguos, en su mayoría estadounidenses de la década de 1950, símbolos del deprimido parque automotor del país.

Según la guía de turismo, que se haya filmado dicha película da una cuenta esperanzadora de progreso para el país y “se espera que lleguen cambios positivos para la Isla”.

Continuamos con la ruta por La Habana Colonial, Patrimonio Cultural de la Humanidad con sus principales plazas: “Plaza de armas”, con el majestuoso “Palacio de los Capitanes Generales”, sede de los gobiernos coloniales; “Plaza de San Francisco de Asís”, con la iglesia y el convento; “Plaza de la Catedral” y “El Templete”, que recuerda la fundación de la Habana. Cuba posee 9 lugares categorizados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Hay similitud de la parte colonial de La Habana con la de Quito por sus plazas y calles angostas, además que prevalecen los toques en piedra y madera en las edificaciones así como antiguas casonas pintadas de colores llamativos.

Durante nuestra estancia acudimos también al Cabaret Tropicana, uno de los night-club más famosos de América creado en 1939. Se caracteriza por poner en escena a 300 bailarines y artistas. Cada año es visitado por 150.000 personas que siguen llegando atraídas por las danzas mulatas de sus ancestros, mismas que se consideran como la tradición cultural más representativa.

Pero esto no es lo único que está entre las joyas cubanas. No puede faltar el tabaco, los habanos, el ron y el café. En este viaje distinguí el sabor de sus mojitos y sus cubas libres. El toque varía en cada país pero ahí, el sabor de estos cocteles, es exclusivo. De hecho, casi no usan el limón para la preparación de los cubas.

Su ron se produce desde 1943, cuando Cristóbal Colón introdujo la caña de azúcar a Cuba. Fue cuando los habitantes descubrieron cómo sacarle el jugo, fermentarlo y así crear, paulatinamente, más de 60 cocteles. Entre las marcas favoritas está Havana Club y Santiago de Cuba.

Asímismo, el tabaco de este país es considerado como el mejor del mundo y se pueden hacer visitas por las plantaciones para entender su fabricación cuyo denominador está en secar las hojas y posteriormente las mujeres se dedican a seleccionarlas para enrollar y crear los famosos tabacos y habanos. Cohiba y Montecristo son los preferidos. Compramos ron y tabacos para quedarnos con esa esencia cubana.

Sin embargo, hay cosas específicas que debes hacer obligatoriamente si vas a la Isla.

En la gastronomía: probar el boniato, conocido en otros países de América Latina como camote o papa dulce. En Cuba lo consumen como chifles o cocinados, acompañados de sus frijoles negros, arroz y pollo.

Si estás en la parte colonial ‘date un saltito’ al bar Floridita y prueba sus daiquiris. La otra opción infaltable es ir a la ‘Bodeguita del Medio’, un bar- restaurante ubicado en una calle muy angosta cerca de la Catedral al que han acudido estrellas famosas e importantes personalidades a nivel mundial. Ahí puedes deleitar tu paladar con gastronomía típica y cocteles.

Para conocer: Camina por el malecón y siente la brisa de la tarde, te resultará relajante. Súbete a un Coco Taxi, muy parecido a los tricimotos de las playas de Esmeraldas pero en forma cilíndrica. Una idea oportuna también es alquilar un taxi clásico y recorrer la Habana Vieja y Moderna. El costo del alquiler es de $25 por hora.

Finalmente si gustas traer recuerdos para amigos y familiares, aparte del ron y tabacos, puedes visitar sus mercados artesanales cerca de la Habana Colonial. En el aeropuerto de La Habana encontrarás un poco más costosos, en referencia a las tiendas del centro.

 

La imagen de Fidel y el Che Guevara retornó conmigo. Los cubanos te plasman en sus conversaciones una figura paternal cuando hablan de estos importantes personajes de su bagaje histórico. Algunos, incluso saludan al estilo militar conmemorando los tiempos del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.

 

 

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