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Fundadora de VeoVerde: “Tenemos el poder de hacer cambios y de colaborar por una reparación planetaria”

Se llama María Prieto y luego de varios años viviendo en el extranjero hoy regresa al sitio como columnista. Este es su mensaje de optimismo y esperanza para nosotros y el planeta.

*Foto: Mateo Barrenengoa.

Existe una visión pesimista sobre el futuro de nuestro planeta, una que anticipa un devenir cargado de sufrimiento y muerte para las distintas especies que habitan la Tierra. Existen también historias de lucha y esfuerzo por cambiar ese futuro trágico, pero muchas veces permanecen invisibles, ocultas detrás de las miradas más radicales y extremistas.

María Prieto encarna una de estas historias. Ella es la fundadora de Veo Verde y desde muy pequeña estuvo vinculada con temas relacionados con el cuidado del medioambiente. Ha sido una preocupación constante en su vida desde el colegio donde llevaba a cabo campañas de reciclaje y exposiciones sobre el bosque nativo. En ese lugar también armó Fen Kalfu, su grupo de acción ecológica que en mapudungun quiere decir semilla azul.

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Esa inquietud más tarde la acompañó fuera del país, cuando estudió Agricultura Biodinámica en Emerson College, en Inglaterra. A los 29 años regresó a Chile. Aquí fundó Veo Verde y se transformó en su primera editora. También ha estado a cargo de otros proyectos como Mercado Orgánico Chile y Plataforma Neta.

Hoy vive cerca del Lago Caburga, en la Región de La Araucanía, y su retorno está cargado de ilusión. Todos los conocimientos y aprendizajes que ha ido adquiriendo a través de los años pretende aplicarlos en su país donde considera que aún hay muchas cosas por hacer.

A partir de este momento, María se vuelve a integrar a Veo Verde como columnista. En esta plataforma compartirá historias sobre personas y proyectos que están haciendo cambios en distintos niveles para la mejora de la vida en la Tierra, además de columnas con su experiencia personal e interés por temas que promuevan la acción pro activa y ojalá colectiva. Aquellas historias que pocas veces se conocen pero que pueden hacer la diferencia sobre nuestro destino en el planeta.

¿Qué te inspiró a crear Veo Verde?

El nombre y la frase significan esperanza. Verde esperanza como dicen. Yo soy realista y hago un trabajo consciente por no ser pesimista. Sé que hay mucho por hacer, tanto que a veces se siente casi imposible que vayamos a lograr los cambios que son necesarios, pero nunca pierdo la esperanza y siempre acabo viendo algo que me sorprende para bien. Están pasando muchas cosas positivas y de alto impacto a toda escala, historias que alimentan mi confianza y que siempre he querido que tengan espacio desde este sitio, para que otros se llenen de fuerza también y se inspiren al actuar positivo.

¿Qué mensajes quieres compartir en esta ocasión?

Quiero decir, con aún más convicción, que cada uno de nosotros puede hacer una diferencia en este mundo, para bien, que cada uno puede ser el cambio que quiere ver en el mundo, como decía Gandhi, y que todos unidos podemos hacer más aún. Creo en ser pro activo, no en denunciar y criticar, sino en resolver, en hacer y en mirar con más atención lo que está bien, para seguir avanzando. Quiero aportar con información que empodere y motive a que demos lo mejor de nosotros para el bien de todas las formas de vida de este planeta, porque hay mucho que podemos hacer en el día a día, partiendo por ser positivos y no perder la esperanza.

¿Cómo te defines hoy?

Hoy me defino como mujer y como madre. Ambos son roles, espacios que voy conquistando conscientemente. En ambos casos lo que me acompaña es la sensación de curiosidad, de seguir investigando, viviendo con profundidad todos los matices de ambos roles y esto se revela en mi trabajo, en los proyectos en los que elijo involucrarme y en mi relación con el mundo.

¿Cuál es el diágnostico que haces sobre la situación en nuestro planeta?; ¿Cómo llegamos a una situación tan crítica?

No soy experta en la situación a nivel de números, a pesar de que me mantengo vigente y mi pareja maneja todas estas cifras, pero puedo afirmar que la situación es crítica, sin embargo, no es irreparable. Es muy importante enfatizar una y otra vez que tenemos el poder como individuos de hacer cambios y de colaborar por una reparación planetaria. La situación crítica a la que hemos llegado se resume en una palabra: desconexión. La desconexión de la naturaleza es un fenómeno reciente que ha tomado una fuerza devastadora y que sin embargo se ha comprobado que es un daño reparable. Mi vida está dedicada a la reconexión. Volver a la conexión profunda con la vida y apoyar a todos en este camino. Quiero enfatizar la experiencia de vida desde saber que somos todo lo que nos rodea, somos lo que comemos, los espacios que habitamos, somos nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones, todo es parte del todo y afecta al todo. Mi bandera es la biophilia, la tendencia natural de los seres humanos por buscar una conexión profunda con la naturaleza y todas las formas de vida, además de la humana. Desde la reconexión aumenta nuestra capacidad natural de vivir una relación profunda con la vida, y en consecuencia nuestras acciones y decisiones no pueden sino ser las mejores para un todo mayor, como es nuestro planeta.

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