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Un millón de personas exige la liberación de Pizza, “el oso polar más triste del mundo”

El pobre animal aún vive encerrado en un pequeño acuario en un centro comercial de China; se le ve irritado y podría estar sufriendo un importante deterioro mental.

Todos nos hemos conmovido con la historia de Pizza, el oso polar que pasa sus días confinado en un pequeño acuario al interior del centro comercial Grandview, en Guangzhou, China.

Hace unas semanas nos ilusionamos con la posibilidad de que este pobre animal, apodado “El oso polar más triste del mundo”, pudiera abandonar su lugar de encierro y trasladarse al Parque Yorkshire Wildlife de Doncaster en Inglaterra.

Sin embargo, al parecer ese ofrecimiento no quedó en nada y la situación de Pizza sigue más delicada que nunca. El animal cuenta apenas con un pequeño espacio para moverse siempre alejado de la luz natural; se le ve irritado y especialistas aseguran que podría estar sufriendo un importante deterioro mental.

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Así, ante la ausencia de una respuesta de las autoridades chinas y de los administradores del mall, son los propios ciudadanos los que piden una solución para este oso polar.

Cerca de 50 organizaciones animalistas le han pedido al Gobierno de Cantón que muestre algo de compasión por Pizza. Para esto han presentado un millón de firmas de ciudadanos que apoyan esta exigencia y que piden que sea trasladado a otro lugar.

“Un centro comercial no es lugar para mantener a un animal salvaje. Pizza ya no podrá volver a su hábitat natural, pero los gestores de los almacenes al menos deberían dejar que viviera el resto de sus días en un espacio donde pueda respirar aire puro y ver la luz del día”, señala un comunicado de la Asociación para el Bienestar de los Animales de China.

Según indica la agencia Efe, desde el centro comercial se negaron a referirse a la situación de Pizza y a la solicitud de su liberación.

La triste realidad que vive Pizza no es un hecho aislado. En el mundo son muchos los animales que viven encerrados en recintos de entretención para lo seres humanos, alejados de su mundo salvaje y privados de la posibilidad de compartir con otros miembros de su especie.

Esperamos ahora sí que el pobre Pizza tenga un futuro algo más alentador antes que sea demasiado tarde.

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